Equipo de Fe y Alegría Honduras
Fe y Alegría es un Movimiento Internacional de Educación Popular Integral y Promoción Social que nace desde la Fe y que construye de manera colectiva con las comunidades en las que trabaja, procesos democráticos de transformación social, reconociendo y atendiendo a las nuevas fronteras de la exclusión. Queremos ser un referente de la Educación Popular, mediante el acompañamiento de procesos socioeducativos sostenibles, incluyentes, participativos, mediante redes y alianzas para lograr la incidencia pública y contribuir a la transformación social.
Para aportar en la transformación de la realidad de la población hondureña, apostamos por procesos educativos de calidad, pertinentes y viables cuyo foco sea el aprendizaje para la vida digna y plena. Estamos convencidos que nuestra contribución no puede ser aislada, por lo tanto, nos articulamos con autoridades, instituciones y organizaciones comunitarias, promoviendo diálogo y debate en temas relacionados al derecho a la educación de calidad y a la vida en condiciones dignas, con la educación popular como medio.
En Honduras nacimos en el año 2000, con la misión de acompañar tres centros de formación para el trabajo de la Compañía de Jesús y 35 centros preescolares gestionados por cuatro parroquias en el municipio de El Progreso. Desde entonces, hemos ido haciendo camino, transitando más allá del asfalto, llegando a las zonas más vulnerables de nuestro país, haciendo esfuerzos de articulación con autoridades locales, departamentales y nacionales, promoviendo propuestas comunes que reivindiquen la dignidad de las poblaciones vulneradas que acompañamos, lo que nos ha llevado a ser un movimiento con presencia, en su momento, en siete departamentos del país.
Los desafíos que nos plantea el contexto hondureño
Recientemente, se ha dado a conocer por parte del Instituto Nacional de Estadística que en Honduras cerca de 400.000 jóvenes entre los 15 y los 17 años están fuera del Sistema Educativo Nacional. Entre las principales causas, esta institución estatal, destaca la pobreza y el desinterés; y es que el empobrecimiento de la población no ha dejado de crecer en los últimos años, condición que se evidencia en la falta de los ingresos necesarios en el hogar para suplir necesidades básicas como alimentación, vivienda, salud y educación.
La situación de desempleo en el país es preocupante. En Honduras es difícil encontrar trabajo, y cuando se encuentra, la remuneración suele no ser suficiente para cubrir todas las necesidades familiares. Datos oficiales indican que el 66.5% de la población en edad laboral está en situación de desempleo. Y cuando se tiene la suerte de encontrar trabajo, las estadísticas indican que la mayoría de las y los jóvenes lo hacen en áreas como la agricultura, la ganadería, la silvicultura, la pesca y el comercio, áreas donde los salarios suelen ser bajos y no se garantizan derechos laborales adquiridos.
A nivel educativo, la situación también es desafiante. En un estudio línea base en lecto-escritura y lógica matemática aplicado a finales del año anterior, hemos constatado que el 75% de las niñas y los niños que aplicaron al estudio sufren rezago escolar, de los cuales el 35% es severo. Esta herramienta se aplicó en escuelas de El Progreso y Tegucigalpa, en el segundo y tercer ciclo de la educación básica, entre las edades de 9 y 15 años.
Nuestra acción transformadora en la actualidad
En este contexto, la misión de Fe y Alegría Honduras es construir escenarios de esperanza con la gente, en sus comunidades, revitalizando los sueños de una vida digna aún posible a pesar de las dificultades que día a día la población más vulnerable del país tiene que enfrentar. En este afán avanzamos, en principio, volviéndonos compañeros y compañeras de camino, para desde allí crear tejido comunitario que empuje la carreta de la transformación, donde la dignidad de la persona se convierte en el centro de nuestra acción, y el bien común el horizonte que nos moviliza a diario.
En la actualidad, promovemos acciones desde nuestra propuesta de educación popular y la promoción social en Tegucigalpa (capital del país), departamento de Francisco Morazán; Tela, departamento de Atlántida y El Progreso, departamento de Yoro, donde se ubica nuestra Casa Nacional. En estos territorios acompañamos sectores poblacionales que habitan en zonas cuya situación de empobrecimiento es importante, siendo la educación uno de los derechos más vulnerados, tanto para la niñez, como para la adolescencia y la juventud.
Nuestra propuesta actual en Tegucigalpa y El Progreso se concreta en cuatro ludotecas, desde las cuales se impulsan programas de atención psicopedagógica, refuerzo educativo y acompañamiento a las familias de 15 centros educativos. En estos espacios estamos atendiendo las dificultades de aprendizaje de niñas, niños y adolescentes de estas comunidades educativas, considerando su situación emocional y su disposición para aprender, generando planes de atención personalizada desde lo pedagógico y lo psicológico.
Por otra parte, en El Progreso están nuestros tres centros de formación para el trabajo digno, desde donde apuntamos a contribuir en la generación de medios de vida para el sector juventud de este municipio y sus alrededores. Impulsamos un modelo de gestión cuyo punto de partida es el contexto social y laboral, desde donde generamos propuestas de formación que desarrollen competencias para el trabajo, para el emprendimiento y para la vida, a manera de lograr inserción social y laboral de chicas y chicos en riesgo de caer en las drogas, la violencia o de migrar; para esto impulsamos acciones de intermediación laboral que generen condiciones favorables para el empleo.
En Tela, desde 2016 impulsamos acciones de desarrollo comunitario en siete comunidades Garífunas de la Bahía de Tela. Apostamos al fortalecimiento de su identidad cultural, la organización comunitaria y la propuesta educativa. En este accionar, nos articulamos a las comunidades organizadas a través de un Comité Asesor integrado por referentes de los patronatos, desde donde acordamos las diversas acciones que desarrollamos en este territorio.
Este año cumplimos 24 años de educar, promover y acompañar, con un corazón que late junto a las poblaciones más vulneradas de nuestro país, siendo un brazo solidario en la reivindicación de la educación como el arma más poderosa para el desarrollo personal y social. Esperamos continuar otros tantos más, con Fe y con Alegría promoviendo una educación que transforme y dignifique a las personas más vulneradas de nuestra querida Honduras.
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