Héctor Escandell

Comunicaciones | Fe y Alegría Internacional

Esta semana, Fe y Alegría Chad cumple 16 años de servicio educativo en África, fue la primera experiencia formal de educación popular impulsada por el Movimiento en ese continente. Pero el sueño comenzó mucho antes, incluso, el mismo Padre José María Vélaz, uno de los fundadores viajó a plantar la semilla en tierras lejanas.

Se cumplen 41 años del viaje de Vélaz a África, según su bitácora de viajes, transcritas por el Padre Joseba Lazcano SJ, la aventura supuso un mundo de sorpresas y desafíos. En sus cartas, a diversos actores de la Compañía de Jesús y de la sociedad civil narra con entusiasmo el reto de llevar esperanza a través de un modelo educativo exitoso en América Latina.

Pero como en toda empresa atrevida, Vélaz se consiguió con obstáculos y con personas que no creían en la posibilidad de una versión africana de Fe y Alegría, en las notas recuperadas se puede leer:

…”Hablo con Crooke, después de pedirle que me dé media hora para que hagamos el plan de viaje. Me da doctrina sobre ver, oír y no opinar, le digo que si él cree, como me lo manifiesta, que Fe y Alegría no es posible en el Zaire, me lo ha debido decir y yo no hubiera venido al conocer esta opinión.

Se ve que tiene una posición tomada y que cree que la mía tiene que coincidir exactamente con la suya. Cuando le digo que creo que en el Zaire podríamos trabajar, si es que la Compañía nos deja organizarnos aquí… dice que América Latina es completamente distinta del África y que él se lo dijo al P. Arrupe cuando les recomendó realizar un trabajo como el de Fe y Alegría. Los días siguientes ya están relatados en el comienzo de este diario…”

Durante esta primera visita exploratoria, el Padre Vélaz indaga sobre la propuesta de educación católica en los países que visita, en Costa de Marfil, por ejemplo, descubre que es posible iniciar operaciones de una escuela nueva y que el Estado otorga una subvención de hasta el 80% a partir del sexto año.

“Me ha citado el subdirector de la educación católica (un laico) a las 10 y me recibe a las 11.20. Me impaciento y busco más información en el arzobispado, pero en vano. Al fin, me recibe el subdirector y me da algunos datos. Para legalizar una nueva escuela basta realizar los trámites previstos. Las escuelas pueden recibir pensiones. Estas son de 15.000 francos occidentales en primaria en la capital. En las aldeas, de 6.000. La secundaria tiene en los colegios privados de Abidjan de 80.000 a 115.000 francos oc. por mes. En las aldeas, muchos menos. No debe haber casi secundarias en el interior”.

De la visita a las nuevas fronteras, Vélaz regresó con una certeza: era factible y necesaria la presencia de Fe y Alegría en estos territorios. En una carta posterior al viaje, enviada a Faustino Martínez de Olcoz:

“…He regresado de este primer viaje al África. Pienso ahora que ya he debido realizarlo mucho antes con el propósito de extender los servicios educativos de Fe y Alegría a ese inmenso continente.

Este es quizá mi propósito actual, repetir el viaje para explorar las posibilidades educativas en otros muchos países. En este viaje solo he estado cinco semanas en el Zaire y una en la Costa del Marfil.

De lo que he conocido y de la información directa que he obtenido se deduce que debemos estudiar la situación de otras naciones del continente en el área subsahariana. Es indispensable tocar de cerca los condicionamientos oficiales que tiene la educación en Senegal, Alto Volta, Chad, República Centroafricana, Benín, Guinea Ecuatorial, Camerún, Gabón, Congo, Ruanda, Burundi y Madagascar.

Y con toda esta larga enumeración no abarcamos todas las naciones del África francófona. Queda toda el área del África anglófona como Liberia, Ghana, Nigeria, Kenia, Tanzania, Zambia, Zimbabue y África del Sur…”

Desde que se escribieron estos relatos han pasado 41 años. Esta recopilación podría titularse: notas breves de un cura adelantado.

Al día de hoy, Fe y Alegría ya tiene 16 años en Chad y otros menos en Madagascar y en República Democrática del Congo. Y no solo eso, también se inician operaciones en Angola, Guinea Conakry y otras naciones africanas.

El cura adelantado también pensó en Asia, de la necesidad de ir a estos países super poblados. Hoy esa aspiración es real. En Nepal hay un escudo de Fe y Alegría en una escuela y en Camboya van por el mismo camino.

Para celebrar el aniversario en el Chad, queremos recordar y compartir la primera bitácora de exploración a nuevas fronteras africanas, que sirva este recuerdo historiográfico para mantener la curiosidad y el atrevimiento. Que la aventura africana continúe de la mano de otros exploradores indignados y empeñados en garantizar el Derecho Humano a la Educación de Calidad en cualquier rincón del mundo.