María Paula Arango Zambrano 

Federación Internacional Fe y Alegría

La educación de las niñas y mujeres no se debe limitar solo a lograr que estas asistan a la escuela. Es fundamental, garantizar que ellas aprendan y completen todos los niveles educativos que les permita conseguir todas las destrezas necesarias para desarrollar una vida plena; esto incluye fortalecer las capacidades para competir en el mercado laboral; y habilidades socioemocionales que les permita tomar decisiones sobre su propia vida.

Actualmente tanto las niñas como los niños enfrentan una crisis de aprendizaje. La pobreza de aprendizajes mide la proporción de las niñas y los niños que no saben leer con soltura a los 10 años. Si bien las niñas tienen en promedio 4 puntos porcentuales menos de pobreza de aprendizajes que los niños, las tasas siguen siendo muy altas para ambos grupos, según en Banco Mundial.

La misma organización afirma que el promedio de pobreza de aprendizajes en los países de ingreso bajo y mediano como la República Democrática del Congo, Chad, Madagascar, Angola, Guinea Conakry es del 55 % para las mujeres y del 59 % para los varones. La diferencia es menor en los países de ingreso bajo, donde la pobreza de aprendizajes alcanza un promedio de alrededor del 93% tanto para los niños como para las niñas.

La pobreza es uno de los factores más importantes para determinar si una niña puede acceder a la educación y completarla. Investigaciones de la UNESCO reafirman sistemáticamente que las niñas que enfrentan múltiples desventajas, como ingresos familiares bajos, residencia en lugares remotos o sub- atendidos, discapacidades o pertenencia a grupos étnicos y lingüísticos minoritarios, son las más rezagados en cuanto al acceso a la educación y la finalización de los estudios.

Cifras en los países donde Fe y Alegría hace presencia en África

República Democrática del Congo es el segundo país más pobre del mundo, el 43 % de la población adulta no está alfabetizada y el 45% del total de niños y niñas que se matriculan en educación primaria acaban abandonando la escuela, según la UNESCO. Además, muchas familias no pueden hacer frente a las cuotas escolares.

Fe y Alegría, está enfocado en mejorar estas cifras, garantizando el acceso a una educación de calidad formal y no formal, disminuyendo la brecha de género, atendiendo a cerca de 10.117 entre mujeres y niñas.

La situación de los niños en Madagascar ha empeorado desde 2012. La inestabilidad política del país ha obstaculizado la aplicación y el desarrollo de las políticas y la legislación pertinentes para promover los derechos de los niños y las niñas. Los niños y las niñas  corren el riesgo de sufrir matrimonio infantil precoz, trabajo infantil, turismo sexual y violencia de género, consecuencias por cambio climático,  discriminación y violencia, poniendo su integridad en peligro.

Para Fe y Alegría el reto es seguir atendiendo y aumentar la atención para  las 3318 mujeres y niñas que hacen parte de nuestro movimiento en esta isla africana.

Chad, uno de los países con un contexto muy complejo para combatir las desigualdades que sufren las niñas debido a los numerosos obstáculos que encuentran para acceder a la Educación y a una cultura discriminatoria y arraigada.

Fe y Alegría trabaja de manera interreligiosa e intercultural para reducir las brechas educativas en clave de género en este país centro africano.