Dani Villanueva S.J.
Coordinador General | Fe y Alegría Internacional
El Coordinador General, Dani Villanueva SJ, viaja a Australia para participar en la Asamblea de la Conferencia Jesuita de Provinciales de Asia Pacífico en la que se sostuvo un interesante debate sobre la misión de Fe y Alegría en la región.
El año 2024 comenzó intenso. Del 19 al 31 de enero fui invitado a participar de la reunión de Superiores Mayores de la Conferencia de Asia Pacífico (JCAP) que tuvo lugar en Sidney, Australia. Como parte de nuestro trabajo habitual de relaciones institucionales estamos en contacto con todos los presidentes de conferencias con los que dialogamos sobre el desarrollo de Fe y Alegría en su región. No es extraño que de vez en cuando éstos nos inviten a participar de sus reuniones de provinciales para dialogar en conjunto sobre la misión de nuestro movimiento internacional.
En realidad el P. Tony Moreno SJ, presidente saliente de la JCAP, ya nos había invitado a la reunión que iba a tener lugar en Timor en el año 2020, pero ésta fue cancelada por la pandemia. En esta ocasión sí pudo ser, pudiendo además acompañar al cambio de Tony Moreno por el nuevo Presidente de la JCAP el P. Primitivo “June” Viray SJ. La Conferencia está formada por 7 provincias: Australia, Indonesia, Japón, China, Corea, Filipinas y Vietnam. También cuentan con cuatro regiones apostólicas: Malasia-Singapur, Tailandia, Myanmar y Timor Oriental. Y finalmente existen dos territorios de misión que son Camboya y Pakistán.
La reunión, presidida por el P. General Arturo Sosa SJ, se alargó durante una semana; en la que se fueron revisando los temas principales de la conferencia, entre los que estaba el interés creciente hacia Fe y Alegría, presente ya en la región con nuestro trabajo en Camboya desde hace varios años. La sesión de trabajo duró unas dos horas en las que, tras exponer las principales claves para entendernos y algunos datos de coyuntura, pudimos dialogar por más de una hora. Lo más interesante de estos diálogos es siempre el progresivo acercamiento al concepto de Educación Popular desde fuera de Latinoamérica, así como la idea y funcionamiento como movimiento, algo que no es habitual en muchas de estas regiones.
En este caso fue muy importante el diálogo con el P. Kwon Oh-chang, responsable de la misión de Camboya, en el que fue explicando la manera en que Fe y Alegría está tomando forma en dicho país. Igualmente importante fue recorrer los diálogos en marcha con Myanmar, donde desde 2019 seguimos con interés el desarrollo de su red de Community Colleges, así como con Filipinas, donde históricamente hemos estado vinculados a sus escuelas indígenas de la zona de Mindanao. Merecen destacarse las preguntas en torno al valor añadido de formar parte del movimiento internacional, a lo que Oh Chang respondía “ser parte de FyA nos motiva a hacer las iniciativas más locales y comunitarias, nos permite estar en diálogo con similares proyectos educativos en otros lugares del mundo, también es posible consultar y contrastar el trabajo con marcos y procedimientos internacionales y por último nos ofrece un horizonte de identidad y proyección que tranquiliza y asegura la sostenibilidad de la misión a futuro.”
Casi me atrevería a decir que igual de importante o más que la presentación y diálogo en plenario es la oportunidad que estas reuniones dan de mantener diálogos bilaterales con cada uno de los provinciales o responsables regionales. Es en estas conversaciones, que hemos preparado previamente a conciencia con el equipo de internacionalización, donde podemos explorar las estrategias e interés real en Fe y Alegría que hay en cada una de las provincias. Quizá de las conversaciones más interesantes las tuve con Timor del Este, Vietnam (que incluye Laos) y dos sorpresas, Indonesia y Pakistán. El diálogo con Benny Juliawan SJ, nuevo provincial de Indonesia, nos permitía descubrir más de 300 escuelas de frontera que esta provincia lleva coordinando con las distintas diócesis en algunos casos con más de 100 años de historia. Fue precioso también retomar el diálogo con el peruano Juan Carlos Pallardel SJ, el superior de la misión de Pakistán, quién en sus tiempos de maestrillo en Chad fue pieza clave del despliegue de la primera Fe y Alegría Africana.
La reunión permitió también tener tiempos amplios de diálogo con el P. General y su equipo, grandes conocedores de nuestra misión y propósito, siempre favorecedores de estas conexiones de Fe y Alegría más allá de América Latina. Es importante destacar que en todo momento nuestro diálogo y presentación se basa en la detección del interés de algunas regiones por incluir algunas de sus iniciativas educativas como parte del movimiento. Cualquier dinámica de internacionalización se basa y construye sobre procesos locales y liderazgos provinciales, en ningún caso se busca impulsar la expansión o el crecimiento de Fe y Alegría desde nuestra propia iniciativa.
Aprovechando el viaje, diseñamos la visita junto con el equipo de Jesuit Mission Australia (JMA), para poder tener conversaciones con potenciales donantes y fundaciones interesadas en nuestra misión en esta zona del mundo. Pude agradecer en persona a nuestro principal aliado con JMA que es la fundación de la familia Noel & Carmel O’Brien, y tomar contacto con organizaciones vinculadas a congregaciones religiosas como Mary McKillop Today o Mary Ward International que mostraron gran interés en nuestro progresivo trabajo en la zona. Fue una alegría y un honor trabajar de la mano de JMA y su directora ejecutiva Helen Forde, con quien llevamos años trabajando en el establecimiento de estas relaciones y procesos que puedan ir dando fortaleza y sostén a los siguientes pasos de Fe y Alegría en Asia Pacífico.
No puedo evitar señalar la importancia que en el viaje tuvo también las visitas y sintonía con el trabajo de Jesuit Social Services y su directora Julie Edwards, quienes despliegan desde el sector social interesantes iniciativas educativas en los márgenes con especial vinculación con aborígenes o con menores en situación de tutela. Fueron muchas las ocasiones en las que entrando en sus espacios y talleres tuve la sensación de estar visitando una escuela profesional en alguna de nuestras Fe y Alegrías latinoamericanas.
Como Coordinador intento dedicar algo de tiempo en el año a este tipo de espacios y trabajos de prospección más vinculados a la internacionalización del movimiento. He de confesar que cuando lo hago vuelvo realmente ilusionado con las posibilidades que el sueño de Vélaz aún tiene de seguir vinculando y dinamizando esos fuegos de educación transformadora que históricamente la Iglesia ha ido encendiendo en multitud de las fronteras del mundo.
Así, vuelvo a Bogotá cargado de preguntas y retos acerca de cómo acompañar estos procesos, con un gran componente de diálogo intercultural, y cómo poner nuestro entusiasmo y experiencia al servicio de la educación en estos nuevos contextos. Estos diálogos son sin duda una invitación a ensanchar y enriquecer la misión de Fe y Alegría como ocurrió en los primeros años del movimiento abriendo nuestras puertas a aquellos procesos de justicia educativa en las fronteras que quieran ser parte de nuestra federación internacional. Ojalá seamos capaces de acompañar y aprender de estas dinámicas y que como nos decía el P. Arturo Sosa en nuestro Congreso de Madrid “Fe y Alegría pueda continuar construyendo este movimiento allá donde el Espíritu siga inspirando respuestas apostólicas educativas en las fronteras.”
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