Fe y Alegría celebra los 100 años de la Compañía de Jesús en Colombia

Alix Katherin Niño

El Equipo Internacional de Fe y Alegría y de Fe y Alegría Colombia se unieron a la celebración de los 100 años de la Provincia. Fue un momento para reconectar con nuestra identidad y de inspirarnos en la valentía y determinación de muchos que estuvieron antes que nosotros y fueron un testimonio de entrega a la educación y a los más vulnerables. 

En 1598, en la embarcación “Santa María de Regla”, un grupo de jesuitas llegaron a Cartagena para instalarse en el entonces Nuevo Reino de Granada. Este fue el inicio de un recorrido misionero que ha influido en procesos determinantes en los territorios y en la transformación social. Jesuitas como san Pedro Claver en Cartagena, los misioneros del Magdalena Medio que empezaron a anunciar la Buena Noticia a las comunidades ribereñas; o aquellos que, respondiendo a los desafíos del momento, fundaron instituciones educativas para instruir y acercar el mensaje del Evangelio a los jóvenes, han dejado un gran legado a las nuevas generaciones. 

A través de los años, la Compañía ha pasado por diversas vicisitudes que han afectado su permanencia y continuidad en la misión. Por ejemplo, en 1767 por la Pragmática Sanción del Rey Carlos III fueron expulsados de España y de sus colonias americanas y, doscientos veintiséis jesuitas salieron del país. Asimismo, en 1850, por orden del general José Hilario López y en 1861, por el general Tomás Cipriano de Mosquera fueron desterrados de Colombia. A pesar de estas pruebas, la orden religiosa ha continuado su obra evangelizadora y, después de una larga historia de trabajo generoso y solidario, de los jesuitas y el cuerpo apostólico, la misión sigue vigente y fortalecida para seguir trabajando por un país más justo, en paz y reconciliado.

Este año, se está celebrando un hito muy importante para la Provincia. Hace 100 años, el padre Wlodomiro Ledochowsk emitió el decreto de erección de la Provincia que entró en rigor el 8 de diciembre de 1924. Con ello, la misión se separó de la Provincia de Castilla, de la cual dependía y empezó a unir esfuerzos de manera independiente para el fortalecimiento de sus apostolados. En ese momento, había 114 sacerdotes, 112 escolares y 121 hermanos; además de seis colegios, una residencia, la Misión del Río Magdalena y 1.850 estudiantes. Ahora, la Provincia está compuesta por 34 escolares, 156 sacerdotes y 9 hermanos, 15.189 personas que dinamizan la misión y 44 obras apostólicas distribuidas en 8 regiones que son reflejo y testimonio de una apuesta por la construcción de país y la presencia, protección y abrigo del Espíritu que nos moviliza.

“En esta bonita historia hay que reconocer la mano de Dios. Es iniciativa de su gracia y la respuesta generosa de tantos hombres y mujeres de Colombia que han tomado esa bandera misional y apostólica. En 100 años, es posible repasar la lista de los jesuitas que han hecho parte de esta Provincia, muchos de ellos ya fallecidos, pero también la realidad de miles de colaboradores laicos, educadores en los colegios en Fe y Alegría, agentes de pastoral, catequistas, líderes sociales, funcionarios administrativos. Es una obra maravillosa. No podemos dormir sobre los laureles, tenemos que proyectarnos al futuro, soñar lo imposible, como dice nuestro provincial”, comenta el P. Antonio José Sarmiento, SJ, socio de la Provincia.