26 enero 2022

El 24 de enero se celebró a nivel mundial el día internacional de la educación. Una fecha que pretende recordar que la educación es un derecho humano fundamental, un bien público y una responsabilidad colectiva.

Este día proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, resalta el papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo.

El testimonio de miles de personas que han sido y son parte de la comunidad educativa de Fe y Alegría, reafirma cómo nuestro movimiento ha aportado para garantizar el derecho a la educación en diferentes rincones del mundo.

Uno de ellos es Fernando Chávez, responsable de Acción Pública en Fe y Alegría Nicaragua. Su historia con Fe y Alegría empezó desde muy joven como estudiante en una de las instituciones educativas de FyA en el país centroamericano; y ha continuado hasta la fecha al desempeñar este cargo en la oficina nacional hace más de 2 años.

“Para mi este movimiento, que lo llevo en el corazón, lo describo en una palabra: transformación. Porque definitivamente la manera de ver la educación en FyA es totalmente diferente a lo que podemos encontrar en un aula de clase convencional”.

Y es que para Fernando la educación impartida por Fe y Alegría va un paso más allá, porque el modelo educativo FyA es un puente para la transformación de la persona -en todo el sentido de la palabra-, que como él mismo lo llama es una “transformación 360”.

De igual forma resalta cómo la espiritualidad y el trabajo holístico que se hace con el individuo en FyA es fundamental para el desarrollo humano, para descubrirse como persona y para saber cómo aportar al mundo. “Se conecta a la persona con el sentido de su vida”.

En su caso Fernando manifiesta sonriente: ” Fe y Alegría ha transformado mi vida en lo personal, en lo espiritual y ahora en lo profesional”. Hoy, desde el rol que desempeña sigue aportando a esos cambios que quiere ver en el mundo y que lo inspiraron desde que era un estudiante: la paz, la equidad de género, una mejor educación y la garantía del derecho universal a una educación de calidad para todas y todos.

Precisamente, su profesión como comunicador es un resultado de los procesos de Fe y Alegría. “No fui el estudiante más aplicado, pero gracias a las iniciativas juveniles y de incidencia en las que participé, me volví un estudiante aplicado” , asegura Fer, como le dicen de cariño. Y esto en parte responde a ese trabajo 360 que se realiza en nuestro movimiento.

“Lo bonito es que cuando te vas de Fe y Alegría, nunca pierdes esa conexión y ese vínculo que generaste cuando estuviste dentro, ya sea como estudiante, como docente, como colaborador; a donde vas ese corazón siempre late y siempre te mueve”, señala Fernando con su mirada iluminada.

De acuerdo al joven nicaragüense la educación es importante por tres factores: enriquece la cultura, alimenta el espíritu, fortalece los valores. Y todo ello se refleja en la educación impartida por Fe y Alegría. Por eso en nuestro movimiento “educamos para cambiar el mundo”.

Por último resalta que una perspectiva de calidad educativa es posible si se reconoce que las personas tienen la capacidad de transformar y ser protagonistas de su vida, para luego ser agentes de cambio desde sus contextos.  Y esa es una de las principales motivaciones para que personas como Fernando sigan aportando a la familia Fe y Alegría.

María Paula Arango Zambrano

Fe y Alegría  Internacional