El Programa de Liderazgo Educativo de la Universidad Diego Portales dio un nuevo paso en su expansión internacional impartiendo por primera vez el diplomado de Mentorías Pedagógicas, que tiene cuatro versiones realizadas, a un grupo de participantes que integran la Federación Fe y Alegría, un movimiento internacional de educación popular y promoción social, impulsado por la Compañía de Jesús, presente en más de 22 países y que lleva más de 68 años promoviendo el derecho universal a una educación de calidad.

La primera experiencia internacional es el diplomado Liderazgo para el cambio y la mejora educativa, que se está impartiendo a la Red Educativa La Salle Bogotá hasta fines de este año.

El objetivo del diplomado de Mentorías Pedagógicas, cuya primera versión se realizó en 2021, es desarrollar capacidades profesionales de liderazgo y mentoría sustentadas en una alianza profesional entre pares, que estimula el diálogo crítico sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje en un espacio de colaboración y confianza, con el fin de contribuir a la transformación de las prácticas docentes. En este caso específico, afirmó Josefina Cruz, coordinadora académica del diplomado, “al ser dirigido a un equipo de Fe y Alegría busca formar a referentes para que puedan acompañar a profesores que están ejecutando proyectos de innovación en las escuelas de distintos países”.

Participan de esta formación, treinta y tres directivos, docentes y educadores(as) líderes de Venezuela, Argentina, Ecuador, Guatemala y República Dominicana, quienes estarán inmersos durante 150 horas, desde inicios de septiembre de este año y hasta fines de mayo de 2025, en un proceso de aprendizaje y práctica, tanto de nuevos conocimientos como de herramientas que les permitirán adquirir nuevas habilidades de acompañamiento.

En este sentido, Valentina Romeu, directora del diplomado, expresó que “para nosotros es un aprendizaje de doble vía, porque sin duda tenemos mucho que aprender del modelo que tiene Fe y Alegría, ellos hacen acompañamientos a escuelas que realizan proyectos de innovación, por lo tanto, nuestra alianza se sustenta también en que a nosotros nos parece muy interesante lo que ellos hacen y podemos aportarle con nuestro programa de mentorías, a fortalecer esa herramienta de acompañamiento que ellos ya tienen, pero también podemos aprender cómo la diversidad cultural y la forma de acompañar en distintos países puede también enriquecer nuestro programa. Sin duda para nosotros es un tremendo honor poder participar de estos equipos de aprendizaje multiculturales para poder no sólo aportarles desde nuestro trabajo, investigación y todo lo que hemos desarrollado desde las mentorías, sino también nosotros poder aprender de su modelo”.

Para Fe y Alegría la formación de sus equipos docentes y directivos se ha convertido en una prioridad en los últimos años. Este desarrollo profesional, enfocado en habilidades de acompañamiento educativo, es uno de los resultados de este enfoque. Por ello, uno de sus principales objetivos es que sus educadores tengan tanto la oportunidad como el incentivo para continuar desarrollándose, cumpliendo así con la misión de ofrecer una educación de calidad a la población más vulnerable.

En la sesión de inauguración del diplomado, Daniel Villanueva, coordinador general de la Federación, expresó: “Creemos que este proceso formativo debe basarse en un aprendizaje abierto y en diálogo con actores externos a Fe y Alegría. Esto incluye alianzas académicas, como la que hoy celebramos, que conectan nuestro movimiento con universidades y permiten trabajar en cohortes que operan como comunidades de aprendizaje. En estas comunidades, el diálogo basado en la praxis es esencial, y la dimensión internacional enriquece este diálogo, fortaleciendo nuestro movimiento con la diversidad y los aprendizajes que surgen en esta época histórica”.

Una gran experiencia profesional

Sin duda, la experiencia multicultural que está vivenciando cada uno de los participantes del diplomado viene a enriquecer aún más esta formación. Por esta razón les compartimos sus apreciaciones y lo que hasta ahora ha sido relevante para algunos de ellos.

“La regulación emocional ha sido otro tema central que ha resonado profundamente. El estrés docente es una realidad que enfrentamos continuamente en las escuelas, y una parte importante del trabajo del mentor es ayudar a los docentes a manejar sus emociones para que estas no interfieran en su desempeño. Este módulo me ha mostrado que, como mentores, debemos ser conscientes de nuestras propias emociones y aprender a regularlas, para que podamos actuar con serenidad y empatía cuando apoyamos a los docentes” (Oscar Maquím, Guatemala).

“En referencia a las competencias socioemocionales es fundamental enriquecer otros elementos de la empatía, ya que abarca dimensiones desconocidas hasta ahora para mí, consolidando la empatía emocional, cognitiva y de perspectiva emocional, las cuales son imprescindibles en el acompañamiento. Así mismo, enriquecer la escucha activa para reconocer las condiciones exigidas para escuchar, intervenir a nivel de estas, favoreciendo esta competencia adecuadamente y practicar estos comportamientos de escucha imprescindibles en estos espacios” (Magaly Sarmiento, Venezuela).

“Me visualizo como facilitadora del proceso de aprendizaje de mis colegas. Mi objetivo principal es seguir empoderándome para desarrollar habilidades y competencias, al tiempo que creo un ambiente de confianza y respeto donde los y las docentes se sientan libres de expresar sus inquietudes y explorar nuevas estrategias pedagógicas, continúo formándome y valorando los conocimientos de cada uno de los participantes de este diplomado” (Marilanddy Almonte, Rep. Dominicana).

“Es una oportunidad de crecimiento profesional para poder implementar en nuestras prácticas pedagógicas. Estamos enriqueciendo nuestros saberes en liderazgo y mentoría que permiten el diálogo crítico sobre cada uno de los procesos de enseñanza aprendizaje que acompañamos, lo cual permite la retroalimentación y el enriquecimiento de las prácticas pedagógicas de los docentes. Hemos aprendido acerca de qué es la mentoría, los recursos personales y profesionales al servicio del liderazgo para el acompañamiento, las habilidades socioemocionales, la escucha activa y la confianza relacional, como parte de lo que debe tener una mentoría” (Blanca Morales, Guatemala).

“Me parece un curso bastante funcional, con una temática que enfoca y enfatiza muy bien el trabajo que realiza un coordinador como acompañante pedagógico, que permite brindar herramientas para realizar este trabajo de una forma más consciente y, sobre todo que se enfoca y se relaciona mucho con la visión de Fe y Alegría con respecto al acompañamiento y eso me parece bastante bueno (Allan Chacón, Guatemala).

“Me ha llamado la atención la manera como se han hecho desde el inicio las consultas, que han permitido que se vaya desarrollando o haciendo más consciente la parte teórica. Me ha gustado también cómo se han dado las clases sincrónicas, las explicaciones, de las cuales se han hecho pequeñas prácticas que han sido muy oportunas, ya sean individuales o grupales, y eso ha permitido que nosotros también podamos compartir con otros compañeros y podamos enriquecer ese conocimiento que estamos recibiendo para crear nuestro propio conocimiento. Las lecturas también han sido clave, por ejemplo cuando tocamos el tema de la empatía, nos permite hacer conciencia de ciertos eventos que vivimos en el día a día, así también, el tema de la escucha, que es fundamental en nuestras labores” (Franklin Becerra, Ecuador).

“El diplomado ha superado mis expectativas en muchos sentidos, se destaca por ser muy dinámico y participativo, lo que ha permitido que los aprendizajes sean realmente significativos. Cada clase se convierte en una oportunidad para explorar aspectos claves que contribuyen a fortalecer mis habilidades como acompañante y mentora, dándole la importancia a la buena escucha y la empatía. Se ha profundizado en la mentoría como herramienta de desarrollo profesional para la mejora educativa, recursos personales y profesionales al servicio del liderazgo educativo, habilidades socioemocionales, la escucha activa, confianza relacional y los cuatro momentos que componen el ciclo de mentoría: foco de la mejora, observación del foco de la mejora, planificación de la conversación, conversación mentor – mentoreado y reflexión sobre el proceso” (Estrella Santana, Ecuador).