Aprendizajes para medir la calidad educativa en Fe y Alegría

Belén Rodríguez

Con el compromiso firme de garantizar una educación de calidad, Fe y Alegría Internacional ha puesto en marcha una serie de diálogos internacionales con el objetivo de fortalecer el Sistema de Mejora de la Calidad (SMC). En este intercambio de saberes y experiencias, participaron activamente representantes de Fe y Alegría Dominicana, Colombia, Honduras, Ecuador y Guatemala. El propósito fue evaluar el avance del SMC, compartir aprendizajes clave y preparar el terreno para una nueva fase que permitirá medir de manera más precisa el impacto del sistema a nivel internacional.

Estos encuentros no solo sirvieron para revisar el estado actual del Sistema, sino también para identificar lineamientos comunes que mejoren la calidad educativa en toda la red de Fe y Alegría. Se destacó la importancia de implementar una fase renovada del SMC que estandarice indicadores de calidad, facilitando la comparación de resultados entre países y, a su vez, fortaleciendo la capacidad de Fe y Alegría para evaluar sus acciones y continuar mejorando.

El Impacto del SMC en la Red de Fe y Alegría

El Sistema de Mejora de la Calidad ha sido clave para fortalecer los procesos educativos dentro de la red de Fe y Alegría. Este sistema no solo fomenta una cultura de calidad profundamente integrada en el quehacer diario de los centros educativos, sino que también facilita la colaboración con los sistemas educativos públicos y el cumplimiento de las exigencias ministeriales, creando una sinergia que refuerza el compromiso con la educación popular.

Una de las ventajas más notables del SMC es su capacidad para generar un lenguaje común sobre la calidad educativa, lo que facilita la reflexión y evaluación en los distintos contextos de Fe y Alegría. Esto ha permitido a los equipos educativos compartir buenas prácticas a nivel local y nacional, fortaleciendo la identidad institucional y garantizando que la educación de calidad llegue a los sectores más vulnerables.

Lecciones aprendidas y retos identificados

Uno de los aprendizajes más importantes ha sido la necesidad de adaptar el SMC a las realidades locales de cada país. Si bien el Sistema proporciona una base común, su flexibilidad ha sido clave para su éxito en contextos tan diversos como los que cubre la red de Fe y Alegría. También se resaltó la importancia de involucrar activamente a estudiantes, docentes y familias en el proceso, lo que ha fortalecido el compromiso hacia la mejora educativa.

Sin embargo, la implementación del SMC no ha estado exenta de desafíos. Entre ellos, la sobrecarga de trabajo para los equipos gestores y la rotación frecuente de personal en las instituciones educativas han sido obstáculos significativos. Además, la integración del SMC con otras normativas ministeriales ha presentado dificultades, lo que ha llevado a propuestas para simplificar los procesos del sistema y hacerlos más manejables a nivel local.

Para enfrentar estos desafíos, se han identificado varias áreas de mejora clave. Primero, es fundamental fortalecer el apoyo a los equipos de gestión del SMC, proporcionando recursos y acompañamiento continuo para que superen las dificultades de manera más eficaz. También es crucial empoderar a estos equipos mediante una formación adecuada y respaldo constante, que les permita liderar el proceso de mejora con seguridad. Además, se recomienda simplificar los procesos del SMC, ajustándolos a las realidades locales. Esto incluye la actualización de los indicadores de evaluación para medir con mayor precisión el impacto y los logros del sistema.

Por último, se ha enfatizado la importancia de contar con una voluntad política sólida para garantizar la implementación del SMC en cada contexto. Sin un compromiso decidido por parte de todas las personas que formamos la red, los avances del sistema pueden verse limitados.

Hacia una nueva fase: medición del impacto nacional e internacional

Este diálogo internacional marca el comienzo de una nueva etapa en la implementación del SMC, donde el enfoque estará en medir de manera más precisa el impacto tanto a nivel nacional como internacional. Con la estandarización de indicadores de calidad, Fe y Alegría busca fortalecer su capacidad para evaluar y mejorar sus acciones en los distintos países en los que opera.

Con el respaldo de las experiencias compartidas por Fe y Alegría Dominicana, Colombia, Honduras, Ecuador y Guatemala, la organización se encamina hacia una fase que promete llevar a la red internacional a nuevos niveles de impacto. Fe y Alegría reafirma su compromiso con una educación transformadora, asegurando que las comunidades más vulnerables continúen siendo el centro de su misión.

Esta nueva etapa del SMC no solo garantiza una educación de calidad, sino que también refuerza la identidad y el propósito de Fe y Alegría como un referente global en la promoción de la justicia social y la inclusión a través de la educación popular.