Del 15 al 17 de mayo, el Instituto Católico de Educación (ICE) organizó una conferencia sobre educación en Johannesburgo, Sudáfrica. Asistieron 26 participantes de diversos países africanos, incluyendo RDC, Senegal, Mali, Somalia, Malawi, Kenia, Camerún, Guinea Conakry, Benín, Mauricio, Guinea Ecuatorial, Namibia, Zimbabue y Togo. Los participantes se agruparon en dos bloques: delegados de la Oficina Internacional de Enseñanza Católica (OIEC) e invitados de Misereor.
El primer día de la conferencia se centró en una visión general de las actividades de la OIEC y en la cuestión de la protección de la infancia. De forma virtual, Hervè Lecomte, Secretario General de la OIEC dirigió la reflexión haciendo hincapié en la misión educativa de la Iglesia, que incluye actualizar y fortalecer el sistema católico, colaborar con organizaciones eclesiásticas, representar a la educación católica en organismos internacionales y promover la investigación sobre su contribución a la transformación social y espiritual de las comunidades.
Además, Lecomte enfatizó que la educación es clave para el cambio; y destacó la importancia del Pacto Mundial por la Educación, que busca proporcionar herramientas de divulgación como manuales y libros de oración. Resaltó que esta iniciativa promueve la oración como un componente central de cualquier planteamiento educativo, con el lema “YO REZO, TÚ REZAS y NOSOTROS REZAMOS”, y, el Pacto, también busca dar a los jóvenes la libertad de reconstruirse, adquirir autoestima, ser responsables de su entorno y mantener relaciones positivas con Dios y con los demás.
Otro tema central tratado durante toda la conferencia, fue lo relacionado con los abusos sexuales, subrayando la responsabilidad de proteger a los niños y niñas; la necesidad de denunciar abusos; y formar a los educadores católicos para crear un entorno seguro. En las conversaciones planteadas al respecto, se discutieron los obstáculos para lograr esto, entre los que se resaltan: la falta de voluntad, ausencia de información, claridad en las estrategias jurídicas, la situación de pobreza, los imaginarios erróneos (tabúes), y la negligencia de los padres y madres. Al respecto, se hizo un llamado a las estructuras educativas católicas en África y Madagascar para desarrollar mecanismos que respondan a estos desafíos. En ese sentido, Fe y Alegría RDC resaltó los avances frente al tema de protección a la niñez liderados desde la Federación Internacional.
El segundo día, la conferencia se centró en la educación religiosa y en valores, identificando los principales retos del sector educativo en África y Madagascar. Se destacó que la educación básica es un derecho de todos los niños y las niñas, aunque miles no tienen acceso a una educación de calidad. Se discutió la necesidad de renovar las prácticas pedagógicas para que las estructuras educativas católicas puedan responder a las demandas actuales. Además, se subrayó el papel de la Iglesia en abogar por un sistema educativo de calidad y la importancia de la presencia de personas consagradas en las escuelas para inculcar valores católicos y formar a los educadores.
Por último, se debatió sobre el papel de los educadores, quienes deben proporcionar una educación basada en valores morales y espirituales. Se hizo hincapié en la enseñanza en la lengua materna de las y los alumnos para facilitar la interacción y resolver problemas diarios, garantizando una educación integral e inclusiva.
El tercer día, los invitados de Misereor, de los cuales hacia parte Fe y Alegría, debatieron sobre su política educativa, señalando que en 2020 la educación fue el tercer sector con más apoyo por parte de esta organización. La principal conclusión de este debate fue que, en África y Madagascar, la formación de los profesores debe incluir competencias sociales y métodos pedagógicos, involucrando a las comunidades y líderes tradicionales para fomentar procesos creativos. Las intervenciones de Fe y Alegría RDC y Chad han demostrado la importancia de trabajar junto con la comunidad y adecuarse al contexto; acciones centradas en tres objetivos: acceso a una educación de calidad, igualdad de género y reducción de desigualdades.
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