La persona como protagonista de sus aprendizajes
Fe y Alegría promueve el empoderamiento de todos los estudiantes desde el fortalecimiento de la autoestima, la valoración y respeto a las diferencias; aprendizajes que ayuden a tomar conciencia de las propias potencialidades y limitaciones; que comparten la esperanza de que es posible intervenir en la realidad para mejorarla; que ayudan a comprender que la historia la hacemos todas las personas, unas con otras , que somos constructores de nuestro destino, capaces de pensar, transformar, crear, realizar sueños sin excluir a otros y que somos sujetos de la historia.
Aprendizajes como proceso de construcción, deconstrucción y reconstrucción de saberes
Para Fe y Alegría el aprendizaje como proceso de construcción, es una experiencia de empoderamiento y no de reproducción, que implica crear o apropiarse de nuevos conocimientos, hacerlos significativos, comprender sus relaciones con el mundo y con la historia de la humanidad. Deconstruir significa dejar atrás, desposeerse de lo aprendido, reconocer que la ciencia y la tecnología avanzan y hacen nuevos aportes, y que la realidad está en permanente cambio y es necesario establecer nuevas respuestas. Reconstruir procesos que ayudan a tomar consciencia y responsabilidad de lo opinado-actuado y sus implicancias y nos confronta con la perspectiva de futuro que requiere recrear, renovar, innovar los saberes aprendidos.
Aprendizajes que preparan para la vida
Significa desarrollar en los estudiantes los aprendizajes relevantes que necesitan para desenvolverse en la vida. Desde este punto de vista, la institución educativa está llamada a generar prácticas pedagógicas y de gestión que proporcionen oportunidades de aprendizaje más allá de lo que el sistema educativo exige.
Para ello es importante que los estudiantes tomen contacto con la realidad para una mejor comprensión y análisis de lo que en ella acontece para que puedan solucionar problemas de la misma y se comprometan en transformar su realidad personal, familiar, local, regional, nacional y mundial.
Discriminación positiva
Fe y Alegría desde su opción por la justicia entiende por discriminación positiva ofrecer un trato preferencial, una atención específica especial a los más necesitados, a todas las personas y grupos que son objeto de discriminación para que ejerzan su ciudadanía y tengan una vida digna.
Ser fieles al carisma original de Fe y Alegría requiere discernir dónde están las nuevas fronteras “de los que viven la exclusión, de los que luchan por sobrevivir, de los que tienen sus vidas quebrantadas” y ofrecerles nuestro proyecto humanizador.
Aprendizajes como experiencias placenteras para estudiantes y docentes
En Fe y Alegría consideramos que toda situación de aprendizaje debe ser una experiencia gratificante, gozosa, por ello se emplea la pedagogía de la ternura, del afecto y el respeto que facilita establecer relaciones humanas de confianza mutua, pero exigentes que ayudan a crecer, aprender, a incrementar expectativas, a desplegar potencialidades.
Consideramos que el aprendizaje debe darse en un clima positivo, agradable, motivador, donde cada miembro de la comunidad educativa en su rol, encuentra satisfacción y estímulo para seguir logrando nuevos conocimientos, desarrollar habilidades y actitudes; aceptando nuevos retos y desafíos sin desanimarse.
Participación democrática
En Fe y Alegría el compromiso de construir una sociedad democrática con justicia y equidad orienta la acción educativa. Entendemos la democracia como una cultura, un modo de ser y de actuar, que se traduce en relaciones participativas, colaborativas, justas, éticas y solidarias en todos los ámbitos de la vida.
Al reconocer que la democracia se aprende practicándola, vemos que la acción educativa debe promover diversos canales y espacios de participación de todos los actores desarrollando la conciencia del bien común, el sentido de pertenencia y de corresponsabilidad con un proyecto común y convencerse de que solo en el ejercicio autónomo de la libertad se pueden construir relaciones democráticas.
Docentes como mediadores cognitivos y afectivos
El maestro de Fe y Alegría es el mediador cognitivo y afectivo entre lo que es, sabe y ha desarrollado cada estudiante y los aprendizajes que espera lograr. Se encarga de orientar, conducir y facilitar en los estudiantes la construcción de sus propios saberes, plantea situaciones que sean verdaderos retos para desencadenar aprendizajes, desarrollar habilidades y descubrir valores que orienten su estilo de vida.
Los docentes son responsables de generar un clima afectivo favorable, planificar cuidadosamente situaciones significativas que generan aprendizajes teniendo en cuenta las diferencias individuales, estimula la sistematización de lo que se va aprendiendo, aplica estrategias de metodología activa y una evaluación formativa. Acompaña el desarrollo personal de cada estudiante y de su grupo y se esfuerza para que todos los estudiantes logren las metas previstas.