Veda Krüger Ruiz*
*Artículo escrito en colaboración con compañeras/os de Fe y Alegría Perú, Colombia, Guatemala y España.
Menciones especiales a Alina Anglas, Diana Agudelo, María Mendoza, Karen Dorantes, Irene Ortega, Isabel Macías.
Iniciativa de Ciudadanía | Fe y Alegría Internacional
Fe y Alegría cree en la fuerza de la comunidad para generar desarrollo social y vida digna. Es por ello que promueve procesos educativos más allá de la escuela, que impulsan el ejercicio de la ciudadanía como derecho y corazón de la transformación social. Y con razón, puesto que la comunidad constituye el tejido social de cada escuela: son las familias, centros comunitarios, colectivos juveniles, movimientos activistas, organizaciones sociales y demás sectores de la ciudadanía que en algún momento también estudian, enseñan, acompañan y transforman las escuelas.
Sin embargo, las comunidades y los miembros de las escuelas no siempre cuentan con tiempo, lugares o recursos para trabajar en conjunto, y en muchos contextos sociopolíticos está degradada por la vulneración del derecho a la participación cívica. Es desde este análisis, y tras un detallado diagnóstico de necesidades en las Fe y Alegrías participantes de la Iniciativa de Ciudadanía, que decidimos en 2022 poner en marcha un proyecto piloto para fortalecer los necesarios puentes entre las escuelas y las ciudadanías locales.
A través de la metodología de Comunidad de Aprendizaje (CAP) cuatro centros educativos de Fe y Alegría Perú, Colombia y Guatemala, iniciaron este proyecto. Concretamente, identificamos la necesidad de crear Comunidades de Aprendizaje como motor para responder a la desvinculación escolar de los y las estudiantes, la vulneración del derecho a un aprendizaje de calidad, y las crecientes necesidades en torno a la salud socioemocional de la comunidad educativa tras la pandemia.
Una Comunidad de Aprendizaje inicia como proceso y espacio de generación de conocimiento y trabajo en red entre diferentes personas y sectores de una comunidad. Las personas participantes aprenden juntas, unas de otras, en un medio compartido, se forman, investigan, e identifican desafíos latentes en su entorno, para diseñar acciones concretas de desarrollo comunitario y transformación social. Además, la propuesta de CAP que elaboramos como Iniciativa de Ciudadanía, está nutrida de nuestro propio proceso de aprendizaje y trabajo en red, e incluye una metodología orientada a acercar la escuela y la comunidad con el objetivo de fortalecer su agencia de acción pública, buscando también instancias de incidencia política.
En Perú participaron los centros de Fe y Alegría No. 38 (Bagua Grande, Amazonas) y No. 45 (Arequipa), con un total de 30 participantes, tanto estudiantes de primaria y secundaria, docentes, directivos y personal administrativo.
El proceso se llevó a cabo con el liderazgo de todas las personas participantes, siendo una oportunidad única de aprendizaje y toma de decisiones entre agentes diversos. A través de cuatro sesiones formativas:
– Se conformaron las dos CAP
– Se identificó un desafío principal en la comunidad educativa que estuviese afectando el aprendizaje
– Se priorizó una acción de incidencia, identificando posibles alianzas
– Se preparó la acción que se concretó en una reunión de incidencia política entre estudiantes, docentes del centro Fe y Alegría No 38 y la Municipalidad de Utcubamba, en Perú.
En Bagua Grande se identificó como desafío principal la falta de gestión de residuos alrededor de la escuela, que estaba generando contaminación y potenciales riesgos a la salud pública. También identificaron la necesidad de aumentar el compromiso de la ciudadanía en torno al cuidado del medioambiente, y recordar a la Municipalidad de Utcubamba de tomar medidas para abordar esta problemática. Se buscaron alianzas con agentes ciudadanos, y se prepararon conversaciones de negociación por parte del alumnado, con una reunión de incidencia política con las autoridades municipales. Las mismas respondieron con una acción de limpieza, involucrando a la comunidad, y asumiendo compromisos de continuidad para la gestión de la zona y la sensibilización de la ciudadanía.
Durante la evaluación se reconoció que la CAP se empoderó con este proceso, y las autoridades reconocieron el protagonismo y capacidad de incidencia del alumnado. El trabajo de la CAP continuará con propuestas concretas, como incorporar en la planificación curricular de la escuela el cuidado del medioambiente, para generar aprendizajes e iniciativa de transformación ante problemas que afectan tanto a la comunidad como a la escuela.
En el centro No 45 de Arequipa, la Comunidad de Aprendizaje que se configuró entre estudiantes, profesorado y equipo directivo del centro. Identificaron como desafío prioritario la desmotivación, cansancio y desconexión con el aprendizaje por parte del alumnado, especialmente tras la pandemia de la Covid-19. Esta problemática estaba afectando tanto al bienestar del alumnado (baja autoestima, desánimo, cansancio, alta distracción, falta de apoyo emocional) como a su aprendizaje de conocimientos, con muchos/as alumnos/as quedándose atrás. El alumnado propuso hacer una encuesta para sus compañeros/as, e identificaron que un gran porcentaje (34,4%) se sentía desmotivado y cansado en las clases, y por tanto con menor capacidad para aprender. También identificaron que ante este escenario necesitaban mayor apoyo y motivación de parte del profesorado. Su acción de incidencia, como CAP, fue dialogar con el equipo docente, presentando este análisis y una propuesta al profesorado de capacitarse con universidades e implementar sesiones educativas más motivadoras.
En Colombia también se desarrolló una CAP en la Fe y Alegría Las Américas, en Cartagena. Su objetivo ha sido impulsar el reencuentro de la comunidad educativa desarrollando una acción en favor del bienestar socioemocional y la recuperación del aprendizaje tras la pandemia. A través de la participación de colectivos de mujeres, de docentes y alumnado del centro educativo, y otros agentes de la comunidad cercana, esta CAP se convirtió en un espacio de encuentro y aprendizaje intergeneracional. Se desarrollaron 4 talleres con metodología y contenido para trabajar el bienestar socioemocional, la cohesión social, la confianza, los cuidados, la participación ciudadana, y las capacidades de trabajo en red para realizar una acción de movilización social e incidencia en su entorno.
Tras este proceso en red transformador, la CAP realizó una acción comunitaria para llevar sus aprendizajes sobre cuidado socioemocional y fortalecimiento de redes ciudadanas a más personas de la comunidad: un mural en una pared visible de la comunidad con mensajes de sensibilización para el cuidado colectivo del bienestar.
En Guatemala se inició el proceso de CAP en el Centro Educativo Fe y Alegría No 3. Al comenzar, las personas que hicieron parte de esta comunidad de aprendizaje se sumaron al paro nacional para poder dar paso a elecciones democráticas. Al regresar a la escuela, docentes acompañantes de Protagonismo Juvenil Organizado, junto con el enlace de Ciudadanía, iniciaron el trabajo de recuperación de espacios verdes para contribuir con el medioambiente, y también iniciar un proceso autosustentable para sufragar gastos en la comunidad educativa. Durante todo el proceso participó la Comunidad de Aprendizaje, en la que participan equipos docentes, estudiantes, padres y madres de familia, y líderes comunitarios que han brindado apoyo para concretar y llevar a la acción todo el trabajo propuesto por los y las estudiantes.
Las Comunidades de Aprendizaje que ilustramos aquí son solo algunas de las múltiples comunidades que se han ido generando entre 2023-2024 en otros países, impulsadas también por la Campaña Federativa por el Derecho al Aprendizaje. Desde Entreculturas – Fe y Alegría España, se ha formado una CAP en el centro educativo SAFA ICET en Málaga, España, enfocada a trabajar «por el derecho a aprender», y conformada por 8 personas del equipo educativo, profesorado, representantes de familias, y alumnado. Hasta la fecha se han celebrado tres sesiones de trabajo conjunto en torno al derecho al aprendizaje y el dialogo alrededor estas preguntas: ¿Quiénes son los titulares del derecho? ¿Cómo se ve vulnerado este derecho? o ¿Cómo movilizarnos por el derecho al aprendizaje?
A través de este proceso de investigación y reflexión, la CAP también ha creado una acción para reivindicar el derecho a aprender en el contexto local, concretamente enfatizando la riqueza de la diversidad intercultural en la educación, ya que en el centro educativo el alumnado tiene más de 34 nacionalidades.
Bajo este lema los y las integrantes de esta CAP celebraron del 29 de abril al 3 de mayo la semana por la diversidad, con distintas actividades para que el alumnado entienda y celebre esta riqueza que genera la diversidad. Al culminar la semana, 200 alumnos y alumnas de infantil y primaria con algunos representantes de secundaria realizaron una marcha por la diversidad, para defender que todas las personas somos iguales, sin importar la procedencia, color de piel, religión o identidad sexual. Esta movilización ha culminado en el encuentro con Fernando Leguina, director general de Educación, Juventud y Fomento del Empleo de Málaga; y con la lectura de un manifiesto redactado por estudiantes y profesorado, en el que se subraya la riqueza de ser diferentes y la importancia de que la educación ayude a respetar y aceptar la diversidad de cada ser humano para construir una sociedad donde cada persona se sienta acogida y valorada.
Con toda esta trayectoria de diversas CAP en contextos y países diferentes, se está constituyendo una Comunidad de Aprendizaje entre regiones y continentes, que evidencia el potencial del aprendizaje y trabajo en conjunto, desde los propios saberes y necesidades de las escuelas y sus comunidades.
El alcance transformador de este vínculo también se ha visto reflejado en las acciones de incidencia política llevadas a cabo, con herramientas y formatos diversos, que están logrando implicar a agentes públicos y políticos en su responsabilidad de transformar desafíos importantes. Además, esta experiencia también visibiliza que como movimiento internacional, Fe y Alegría tiene la capacidad de conectar la acción de comunidades educativas y ciudadanas de diferentes países.
A través de las Iniciativas federativas, de Congresos, y de procesos de participación que trascienden fronteras, las personas crecen como agentes de cambio y como parte de una ciudadanía global transformadora. De esta manera contribuye de abajo hacia arriba a la democratización y redistribución del poder, a la participación de las comunidades en estructuras políticas y económicas tradicionalmente exclusivas, y al conocimiento y ejercicio de los Derechos Humanos.
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