Héctor Escandell
Comunicación | Fe y Alegría Internacional

Es un trabajo complejo, sobre todo por el contexto de un país que no termina de superar una crisis para entrar en otra. Dignificar la educación en Haití comienza por dignificar a los docentes.

En marzo de 2022, la hermana Matílde Moreno dio pistas de cómo se puede dignificar a las maestras y maestros de Fe y Alegría en la región. Siete meses después, la maestra está exiliada, protegida de las amenazas.

Sin embargo, quedó clara su visión, en Haití hay que cambiar la pedagogía rígida y repetitiva que se imparte en los colegios. Elevar las competencias docentes con herramientas innovadoras es imperativo para atender la crisis educativa.

La profesora, con años de dedicación a la educación en Haití cree que el hecho educativo debe ser más participativo para que los propios estudiantes formulen sus proyectos y propuestas.

Virtualidad imposible

Con la llegada del encierro, por la COVID-19, se vulneró el Derecho Humano a la educación. La mayoría de los colegios no contaban ni cuentan con conexión a internet o equipos para la virtualidad. Dos años después, la educación sigue en emergencia.

En este momento, las clases estaban convocadas para iniciar el lunes 3 de octubre, sin embargo, la conflictividad social, el paro promovido por el sector transporte y la violencia en las calles han paralizado el reinicio de las actividades académicas.

Fe y Alegría en Haití atiende a más de 50 mil alumnos en 31 centros educativos, en los que trabajan 239 colaboradores y colaboradoras.