No son solo fronteras geográficas las que marcan distancia en la oportunidad de acceder a educación de calidad en estos tiempos. Son las fronteras sociales y políticas las que alejan a los sectores populares de este derecho universal.

¿Qué metemos en la maleta para ir a las fronteras de la educación popular?

La educadora popular Beatriz Borjas fue la encargada de iniciar el conversatorio sobre los “Desafíos y nuevas fronteras de la educación popular en el siglo XXI”, en el marco del Congreso Internacional de Fe y Alegría. Borjas planteó el cuestionamiento del qué llevamos en la maleta para ir a esas fronteras. La identidad y los principios fundacionales del movimiento parecieran tener la clave generadora de nuevas premisas, más pertinentes y correspondiente con los contextos excluidos.

Educar políticamente para construir sociedad

En este evento también intervino el maestro Antonio Pérez Esclarín, quien precisó que “tenemos que educar políticamente a nuestra gente como sujetos constructores de la sociedad”, el también autor de textos reflexivos sobre la vocación docente no dudó en enfatizar que “el gran reto de hoy es enseñar a pensar, a analizar.

Sobre los retos y las claves inspiradoras, Esclarín señaló que “amor se escribe con A de aceptación a tus alumnos. De ánimo, de acompañamiento, de alegría.

Los riesgos de la escuela

Por su parte, María Rosa Goldar, educadora popular de Argentina dijo que “hay dos riesgos para los centros educativos. Cerrarse a su realidad en el entorno o abrirse a ser espacios que tomen las problemáticas y aportar en formas no violentas”.

Goldar agregó que “pensar desde la educación popular estos desafíos, implicar pensar en el desarrollo de las capacidades”.

Educación para comunidades y para maestros

Entre tanto, Jorge Fabián Cabaluz, educador popular de Chile sumó a la reflexión que “debemos pensar en la educación tanto para las comunidades como para los maestros”.

Las competencias interculturales

Durante el conversatorio, el doctor Vicente Palop se preguntó por lo que nos deja la pandemia a la educación popular. Mencionó la construcción de redes comunitarias en plena emergencia sanitaria. Desde la necesidad de los otros hubo empatía y son elementos que nos ayudan a la convivencia global. “Las escuelas son santuarios para ejercitar las competencias interculturales”.

Palop precisó Es necesario tener cuidado con las tecnologías de la información y la comunicación. “La tecnología es buena, pero también exige reflexión, los gobiernos deberían protegernos”.

Solo el 50% de la población tiene acceso a la tecnología y eso también es un reto para que cada vez más pueda acceder. Apuntó.

Las nuevas fronteras de la educación popular están presentes, es un reto identificarlas y trabajar para transformar la exclusión en oportunidades. El derecho Universal a la educación es imperativo en tiempos de emergencia y riesgos de exclusión.

Sigue la reflexión

Posterior al conversatorio, educadores y educadoras de más de 22 países se reunieron en mesas de trabajo virtuales para continuar el discernimiento y la búsqueda de estrategias para preparar el nuevo abordaje de las fronteras que hoy alejan a millones de personas de la oportunidad de recibir educación de calidad.