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24 julio 2024

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Educadoras afrodescendientes que están cambiando la historia de sus comunidades

María Paula Arango

Equipo de Comunicación | Fe y Alegría Internacional


Como parte de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, celebrado el 25 de julio, destacamos las historias y el compromiso ejemplar de Micheline Kwango y Regina Menezes Alves, dos mujeres afro y educadoras de Fe y Alegría en la República Democrática del Congo y Brasil, respectivamente. Sus trayectorias no solo han dejado una marca profunda en sus comunidades, sino que también inspiran a futuras generaciones a través de su lucha y perseverancia.


Micheline Kwango, licenciada en geografía y gestión del medio ambiente, ha dedicado su vida a la enseñanza en la República Democrática del Congo. Imparte clases de geografía y geología a estudiantes de secundaria, y se involucra activamente en la alfabetización de adultos. Su amor por el aprendizaje trasciende el aula, inspirando a sus estudiantes y a toda una comunidad. “Cultivo un verdadero amor por el aprendizaje que va más allá del aula”, afirma.


Decidió convertirse en profesora por considerar que es una profesión noble y apasionante que contribuye significativamente a la construcción de la sociedad y al desarrollo individual. “Es un trabajo donde el aporte social se puede ver claramente todos los días. Me atrajo esta profesión por el placer y la vocación que va mucho más allá del salario”.


A lo largo de su carrera, Micheline ha enfrentado barreras culturales y prejuicios por ser mujer. Sin embargo, promueve que en el aula se expresen opiniones libremente y se desafíen esos puntos de vista excluyentes. “En mi país, nos enfrentamos a estereotipos y discriminaciones arraigadas. Confronto estas situaciones con calma pero firmeza, expresando claramente mis opiniones e interpelando esos puntos de vista”.


En la República Democrática del Congo, la educación primaria es obligatoria y gratuita en las escuelas públicas, lo que garantiza el acceso a todas las personas sin discriminación por origen étnico, género, religión o discapacidad. No obstante, Micheline señala que hay desafíos significativos para lograr una verdadera inclusión debido a la falta de recursos financieros, tecnológicos y humanos. Esta educadora anima a las niñas a confiar en sí mismas, a ser productivas y optimistas. “Es fundamental que defiendan sus derechos contra los prejuicios y se mantengan fieles a sí mismas. Crean en su propio valor y perseveren, porque la mujer que triunfa es aquella que construye su camino sobre los obstáculos que encuentra”.


Por su parte, Regina Menezes Alves nació en Jequié, Bahía, Brasil, y es la sexta de siete hijos. A pesar de las dificultades económicas y educativas, sus padres se aseguraron de que todos sus hijos terminaran la escuela secundaria. A lo largo de su vida escolar, Regina enfrentó dificultades y desmotivación, especialmente en matemáticas, pero encontró inspiración y fuerza en su familia y en educadores que valoraron su creatividad y amor por las artes. “Un día, mi profesora de matemáticas me dijo que no sería ‘nadie’ porque solo sacaba malas notas en matemáticas. Durante muchos años, las palabras de esa profesora me paralizaron y realmente creí que no sería ‘nadie’,” recuerda Regina.


Contrario a ese pensamiento, finalmente, encontró su vocación en la docencia tras trabajar como asistente en una escuela de educación infantil. Influenciada por pedagogos como Paulo Freire, se apasionó por la educación y decidió dedicarse a ella. Ha trabajado en diversas instituciones y siempre ha buscado impactar a personas mediante su labor educativa. “Ya había en mí el deseo y la necesidad de retribuir a la sociedad los conocimientos y experiencias que la universidad me proporcionó”.


A lo largo de su vida, Regina ha enfrentado el racismo y la discriminación, tanto en su familia como en su carrera profesional. “El prejuicio me acompaña desde antes de nacer. Soy fruto del racismo. Mi abuela paterna no aceptó el matrimonio de mis padres porque mi madre era negra”. Sin embargo, ha usado su voz para combatir el racismo y promover la igualdad racial a través de la educación y prácticas antirracistas.


En Brasil, aunque las escuelas son diversas, Regina señala que aún no son inclusivas, especialmente para las personas negras. Aboga por una educación que respete la diversidad y ofrezca igualdad de condiciones para todos, enfatizando la necesidad de espacios escolares democráticos y solidarios. “Las escuelas son diversas, pero no son inclusivas, especialmente si eres negra. Pensar en una escuela inclusiva es pensar en un espacio democrático, solidario, con igualdad de condiciones para el acceso y la permanencia”.


El mensaje de Regina para las niñas y mujeres afrodescendientes es claro: no dejen que nadie frustre sus sueños. “Crean, somos capaces de alcanzar lugares inalcanzables para el ideario que la sociedad nos impone e, incluso con todas las adversidades en el camino, el sol brillará para nosotras algún día,” dice Regina con convicción.


Micheline Kwango y Regina Menezes Alves, día a día trabajan en las escuelas de Fe y Alegría y son ejemplo de determinación y resiliencia, desafiando normas sociales para ofrecer una educación de calidad y empoderar a futuras generaciones. Sus historias son testimonios inspiradores del poder transformador de la educación y un recordatorio de que cada mujer puede marcar la diferencia en su comunidad y en la sociedad.

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