Daniel Navarro | Responsable de Formación para el Trabajo – Argentina
Estela y María, madre e hija, de entre 45 y 25 años respectivamente, viven en Cherenta y asisten al Taller de Textil del Centro Educativo Fe y Alegría en Embarcación, al norte de Salta. Son parte del proyecto “Cosiendo Sueños”, aprendieron costura que les permite una fuente de ingresos, su fuerza y perseverancia se transforman en oportunidades gracias a la educación y el trabajo comunitario.
Las unidades de negocio en los centros educativos de Fe y Alegría Argentina son espacios de producción con el enfoque de Emprender con Innovación y Propósito, impulsados por la Iniciativa Formación para el Trabajo. Son parte de la propuesta socio educativa y constituyen un espacio de práctica para estudiantes y una posibilidad de inserción laboral para egresadas y egresados.
Actualmente, cuentan con siete unidades de negocio: tres en bachilleratos técnicos y cuatro en centros de formación laboral para adultos, están orientadas a generar ingresos para los y las participantes y para el centro. Además, a través de la Iniciativa de Formación para el Trabajo se brindan talleres de capacitación laboral y se cuenta con un “Club de Emprendimientos” con Innovación y Propósito.
El Centro Educativo Fe y Alegría en Embarcación, ubicado en uno de los barrios más vulnerables de la zona, comenzó el 2001. En la actualidad, ofrece educación a 474 estudiantes en los niveles inicial, primario y secundario. La vida en Embarcación presenta múltiples desafíos, desde el acceso limitado a empleos, dificultades para subsistir hasta la inseguridad y violencia. La historia de Estela muestra su actitud resiliente y capacidad para soñar un futuro mejor.
Estela es de origen boliviano, vivió su infancia en el campo y llegó a Argentina a los 15 años, muy joven tuvo su familia y seis hijos. Desde hace unos años, asume el liderazgo y sostén de su familia, su hija María la acompaña a los cursos de textil, en el que ella completó tres niveles de formación. Ambas forman parte del proyecto “Cosiendo Sueños”, liderado por Cecilia, la profesora de textil. Ellas con su dedicación y esfuerzo han aprendido a coser y junto con sus compañeras, la unidad de negocio se abre paso, da respuesta a la demanda de confección de prendas en cada época del año y las impulsa a mirar hacia su futuro y el del resto de la familia.
Cada mañana, Estela y María caminan hasta el centro educativo, con la convicción de avanzar en sus habilidades. Las clases fortalecen sus competencias, las orientan en el manejo de la maquinaria textil, participan en capacitaciones de otros centros de Fe y Alegría como diseño, moldería, bordado, etc. María mencionó: “Hoy estamos aprendiendo a crear, todo lo que sabemos lo aprendimos aquí, y eso nos da esperanza”.
Al mediodía, regresan a casa, cargando sus telas y piezas de trabajo, cubiertas con paraguas por el fuerte calor. En su humilde vivienda las espera el resto de la familia y sobre la mesa, en un espacio exterior, resalta la vieja máquina de coser familiar y “a pesar de que tiene una pieza rota y no consigo el repuesto, con ella sigo trabajando como puedo” dijo Estela. Además, lleva adelante un pequeño quiosco que ayuda a complementar los ingresos familiares.
Para Estela, estos cursos no solo son una oportunidad económica, sino un impulso para lograr mejorar su hogar y su emprendimiento. Los cursos ofertados por la Iniciativa de Formación para el Trabajo, como: competencias básicas Autoconfianza, competencias técnico digitales y la formación en Emprender con Innovación y Propósito le brindan el apoyo necesario para seguir alimentando su sueño.
Historias como la de Estela y María son un recordatorio de que la educación puede ser un motor de cambio y crecimiento para una familia y una comunidad. Fe y Alegría, la Iniciativa Formación para el Trabajo y “Cosiendo Sueños” están construyendo una red de mujeres que, gracias al aprendizaje de un oficio y el acompañamiento adecuado, logran transformar sus vidas. En palabras de Estela: “Este lugar nos da esperanza y nos hace sentir que, aunque sea de a poquito, se puede salir adelante”.
En el marco del Día de la Mujer Emprendedora, celebrado cada 19 de noviembre, es importante destacar el papel transformador de las mujeres en la construcción de un futuro más equitativo y sostenible a través del emprendimiento. Reconocer a mujeres como Estela y María, que enfrentan desafíos sociales y económicos con creatividad y perseverancia, es fundamental para visibilizar su impacto en sus comunidades. “Cosiendo Sueños” refleja cómo la educación y el empoderamiento económico son motores para el desarrollo, inspirando a más mujeres a liderar sus propias historias de cambio y progreso.
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