Fe y Alegría celebra 18 años de compromiso educativo en Haití

Laurie Kimara Gilles

Comunicaciones | Fe y Alegría en Haití

El 1 de junio, nuestro movimiento celebró casi dos décadas de existencia en Haití. Sin embargo, fue hasta el viernes 6 de junio cuando la celebración tuvo lugar en las oficinas nacionales de Fe y Alegría, con presencia del equipo de la Oficina Nacional, del personal de dos de sus centros ubicados en el departamento del Ouest y de otros invitados.

Tras una celebración eucarística para dar gracias al Señor por las bendiciones con las que se ha podido contar a lo largo de los años, el Director Nacional, Paul-Fils Belotte, SJ, agradeció de manera especial a los directores de las escuelas, a los profesores y al personal de la oficina nacional que hacen inmensos esfuerzos y sacrificios para que la misión de Fe y Alegría pueda avanzar en estos tiempos de crisis que atraviesa el país.

La conmemoración de estos 18 años de existencia también ha invitado a regresar en el tiempo, para ver el nivel de trabajo realizado hasta la fecha, el número de niños que han podido acceder a la educación en los dieciséis (16) centros con que cuenta Fe y Alegría en el país; además de valorar los cientos de jóvenes profesionales formados y el número de comunidades que se han beneficiado de los proyectos llevados a cabo, cifras que indican la magnitud de nuestras intervenciones con los más vulnerables. Sin embargo, el camino no está exento de obstáculos.

Los directores de los centros de Canaan y Cazeau, que estaban presentes, aprovecharon la ocasión para hablar de las dificultades a las que se enfrentan desde principios de año. Situados en zonas controladas por bandas armadas, el funcionamiento de los centros se ve regularmente perturbado y muchos alumnos se ven obligados a desplazarse de la zona, desertando de la escuela. Sin embargo, todo el personal hace lo que está a su alcance para completar el año escolar con los alumnos que siguen asistiendo a los centros.

Para finalizar, se celebró una pequeña fiesta en un ambiente cordial, en la que todos y todas participaron y en la que se recordó que Fe y Alegría también es solidaridad, es compartir y es alegría de vivir. Todo el equipo renovó su deseo de seguir siendo un actor clave en la promoción de la educación integral para las personas más vulnerables de Haití, que ahora necesitan más ayuda que nunca.