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Fe y Alegría participará en la próxima la Cumbre de Financiación para el Desarrollo

Macarena Romero
Equipo de Incidencia | Fe y Alegría Internacional


A pocos meses de la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FFD4), que se celebrará en Sevilla (España) del 30 de junio al 3 de julio de 2025, el pasado 21 de febrero nos sentamos a conversar con dos expertos sobre la trascendencia del evento en el contexto actual, en el año del jubileo y el papel de Fe y Alegría en este espacio.

 

Por su parte, Patricia Miranda, directora global de incidencia y coordinadora del área de Nueva Arquitectura Financiera de la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (LATINDADD), nos recordó que la Agenda 2030 solo se ha cumplido en un 17%. Estamos a más de la mitad del camino y enfrentamos un contexto de crisis múltiples. En este escenario, mencionó que la Conferencia se presenta como una oportunidad especial para que los gobiernos del Sur Global y la sociedad civil reclamen las desigualdades implícitas y producidas por las organizaciones de financiamiento internacional para el desarrollo (Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional (FMI)) y la ausencia de participación de los países del Sur en ellas.

 

Dicho esto, recalcó la necesidad de reformar estas instituciones para crear espacios multilaterales verdaderamente participativos y democráticos, con una mirada de justicia y reparación. Los países del Sur han sido los menos beneficiados del sistema económico actual y los más vulnerables a sus efectos negativos. Para cambiar esta realidad, es clave que se unan para impulsar una Convención Marco de Deuda de la ONU, que establezca una nueva arquitectura financiera. Esto implica redefinir reglas, estructuras e instituciones para corregir las desigualdades estructurales, garantizar una participación real de los países del Sur en la toma de decisiones de financiamiento y lograr acuerdos justos para el flujo de capital a nivel global.

 

Para dar más perspectiva sobre los desafíos de la educación, David Archer, director de programas e influencia de Action Aid, mencionó que los presupuestos nacionales, que hacen los mayores aportes a la educación, se ven reducidos por la falta de normas fiscales progresivas y justas, por la evasión fiscal, por la deuda externa y por las medidas de austeridad del FMI. En especial, la deuda es uno de los temas bandera de la sociedad civil en la Conferencia, dado que muchos países pagan más en el servicio de la deuda que lo que invierten en educación o en salud.

 

Si visitamos el pasado, las campañas de jubileo de la sociedad civil a principios de los 2000 fueron muy exitosas: lograron la cancelación de un billón de dólares de deuda. Pero, 20 años más tarde, estamos en una crisis de deuda. Entonces, la gran lección del año del jubileo es que no es suficiente cancelar la deuda, porque la arquitectura de financiamiento global del desarrollo actual es anticuada, colonial, desigual, racista e injusta, y es tiempo de cambiarla.

 

Para esto, volviendo sobre el éxito del año del jubileo, es importante recordar que se dio porque las organizaciones religiosas se movilizaron junto a otras organizaciones de la sociedad civil. Por lo tanto, es necesario construir alianzas amplias para crear ese llamado global y no considerar que la cancelación de la deuda es suficiente. Hay objetivos que creemos que vamos a conseguir. Pero, si no lo conseguimos, es necesario mantener el llamado más allá de Sevilla. Es crítico continuar impulsando la demanda de un cambio en la arquitectura financiera dentro de la ONU y en otros eventos y espacios.

 

Desde la Federación Internacional de Fe y Alegría, estamos siguiendo muy de cerca las negociaciones del documento de la Cumbre, formamos parte del Mecanismo de sociedad civil que está impulsando los esfuerzos políticos conjuntos de cientos de organizaciones de sociedad civil y compartimos el desafío de que las organizaciones internacionales (las que reciben las propuestas) todavía no han mostrado compromiso y existe la posibilidad de que la sociedad civil no pueda participar en las negociaciones como observadora, lo que coloca en tela de juicio la transparencia y la participación en este proceso.

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