Desde el programa La Luz de las Niñas en Guatemala se ha priorizado a mejorar la interacción de las niñas que atiende. En la región donde se desarrolla el proyecto viven muchas niñas que han crecido en contextos de sumisión, de violencia y segregación. Muchas de las niñas no tienen la confianza para interactuar y desenvolverse en sus espacios junto a otros niños de su edad.
El programa desarrolló los Espacios Amigables con el fin de mejorar su autoestima y habilidades para su desarrollo personal. Es un espacio en el que las niñas pueden mejorar su interacción y ser conscientes de sus capacidades. Estos Espacios Amigables se implementaron a inicios del año 2021 buscando que en pequeños grupos de niñas se trabajen ciclos de aprendizaje y algunas actividades lúdicas, educacionales y de convivencia. También lo hacen en actividades deportivas como el ajedrez, volibol y maratón; en actividades artísticas como dibujo y pintura o sesiones de civismo, luego intercambian espacios para que todas formen parte activa de los distintos ciclos que conforman los Espacios Amigables.
Estas actividades cobran notable relevancia porque han mejorado la autonomía de las niñas brindándoles educación de calidad, desarrollo personal y de transformación social. Los avances han sido importantes, estas actividades han logrado mejorar la autoestima, habilidades de comunicación, aprendizaje basado en temáticas de equidad e igualdad de género en 374 niñas de la región de Santa Lucía la Reforma, Totonicapán.
La pandemia por COVID19 limita nuestras acciones
El desarrollo del proyecto había tenido un inicio sin contratiempos, se habían adecuado todas las actividades y habían sido diseñados todos los mecanismos para hacer posible que las niñas fueran integradas igualitariamente a todas las actividades de aprendizaje, sin embargo, desde abril del año en curso las cosas cambiaron.
Santa Lucía La Reforma en Totonicapán, municipio donde se desarrolla actualmente el programa de la Luz de las Niñas en Guatemala, ha sido uno de los últimos municipios que cambió a rojo su semáforo de alerta sanitaria diseñado por el gobierno para hacer frente a la pandemia por COVID19, lo cual obliga a mantener las escuelas cerradas. A partir de entonces, todas las actividades diseñadas y calendarizadas para las niñas han quedado en suspenso debido a que el semáforo de alerta no permite las reuniones de ningún tipo ni con un número pequeño o limitado de personas.
Todos los esfuerzos de los educadores se han dirigido a evitar que las pequeñas dejen de recibir educación. Los educadores se han dedicado a entregar las guías de autoaprendizaje, a dar un acompañamiento especial a cada una de ellas, a visitarlas a sus hogares para resolver dudas y a llevar acompañamiento especializado en los casos más particulares.
La Luz de las Niñas sigue trabajando
A pesar de los contratiempos, la Luz de las Niñas en Guatemala sigue llevando educación. Hasta ahora los esfuerzos han rendido frutos porque las 374 niñas de las diez Comunidades Educativas de Santa Lucía la Reforma que forman parte del proyecto siguen en la escuela, motivadas por un grupo de maestros comprometidos y enfocados a ser luz en la oscuridad.
Informa:
Christian Zúñiga.