La desnutrición es un problema básico de infancia el cual, entre muchas otras consecuencias, perpetúa el ciclo de pobreza y estancamiento del desarrollo del país. La desnutrición es una de las principales causas de la deserción escolar, ya que disminuye la capacidad de concentración de los niños y las niñas.
A consecuencia del ausentismo, las mujeres son las más afectadas. Cuando las familias consideran que dar educación a una mujer no es una buena inversión de tiempo y dinero y que a pesar de ese “esfuerzo” la niña o joven obtiene resultados adversos reprobando el año, se opta por no seguir dando más educación pues se cree que “nunca en su vida hará uso de ella”.
La desnutrición y el embarazo infantil limitan el futuro de las mujeres.
Otro factor estrechamente ligado a la desnutrición (y con consecuencias graves) en el futuro de las mujeres, es el embarazo en menores de edad.
Con una niña o joven malnutrida que, lamentablemente llegue a quedar embarazada, puede correr grave peligro debido a las deficiencias físicas y mentales producidas por la malnutrición, esto puede terminar con la muerte de alguna o de las dos personas durante la gestación o labor de parto. Esto es aún peor si se considera que muchos de los embarazos de niña y jóvenes son consecuencia de violaciones sexuales.
El machismo como arma de coacción.
Las jóvenes corren grave peligro incluso en casa debido al machismo, son padres, tíos o inclusive abuelos quienes cometen delitos atroces en contra de las niñas dejando secuelas y daños imborrables en la vida de ellas. A la niña no se le ve como ser humano sino como objeto en muchos contextos guatemaltecos obviamente producto de estas ideas la salud para las niñas y jóvenes de Guatemala no son una prioridad para su familia y mucho menos para el estado.
Exploremos con mayor calma las dificultades en salud a las que se enfrentan las mujeres (niñas y jóvenes) de Guatemala en la siguiente infografía: