Migrantes
Los sectores más desfavorecidos de nuestro país requieren de procesos educativos que les permita generar competencias que favorezcan su vida en plenitud y en libertad, como sujetos convertidos en los principales actores de su desarrollo personal y familiar. Para que esto ocurra, es importante que la educación que reciben esté en permanente cuestionamiento y reflexión constructiva y colectiva, en respuesta a los cambios constantes del contexto y a los desafíos que este plantea, a manera de convertirse en respuesta transformadora de las realidades de desigualdad e injusticia que lamentablemente subsisten en nuestra sociedad.
Frente a esto, Fe y Alegría Honduras propone la búsqueda constante de mejorar la Calidad de la Educación Popular, fundamentada en procesos permanentes de evaluación, reflexión y planificación de acciones de mejora en cada una de sus Coordinaciones y Centros Educativos, sean estos propios y asociados, a manera de instalarse en una cultura de mejora que favorezca la implementación de procesos educativos transformadores para los sectores más desfavorecidos de nuestro país. Entendemos la calidad en la educación más allá del acabado de un producto, y nos la planteamos como procesos de mejora que orientan nuestro caminar hacia el sueño de hombres y mujeres transformados y siendo sujetos promotores de la transformación social, en trabajo constante para un día lograr una sociedad hondureña donde la inclusión, la participación y la vida digna sean una realidad para la gran mayoría de nuestros pobladores y pobladoras.
Juventudes
Honduras es un país donde la mayoría de su población es joven; Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) 6 de cada 10 hondureños y hondureñas son jóvenes. Paradójicamente, la inmensa mayoría de este sector poblacional sobrevive en nuestro país sin oportunidades educación y de empleo, y siendo víctimas de las políticas económicas y sociales, son perseguidos y estigmatizados, terminando muchos muy pronto sus vidas, en la cárcel o en el cementerio.
En Fe y Alegría Honduras creemos en las juventudes como sujetos capaces de reorientar el camino que lleva nuestra sociedad, y desde allí le apostamos a fortalecerles como hombres y mujeres con consciencia y pensamiento crítico. Queremos contribuir en la generación de escenarios que posibiliten se organicen y se movilicen para demandar el cumplimiento de sus derechos y la generación de oportunidades de vida plena para cada joven que habita en nuestro territorio.
La movilización juvenil organizada es nuestra apuesta. Y para lograrla hacemos esfuerzos para construir los caminos desde, con y para las juventudes, fundamentándonos en nuestro principio básico de acompañar para empoderarles y en nuestro sueño de una Honduras incluyente que favorezca las oportunidades de una vida digna para todas y todos.
Pueblos Originarios y Afrohondureños
Honduras es un país multiétnico y pluricultural, donde conviven a lo largo y ancho de nuestro territorio pueblos originarios como el Lenca, Tolupán, Chortí, Tawahka, Misquito, Pech, Nahua, Chorotega y el pueblo Afrohondureño Garífuna. Estos pueblos, a lo largo de nuestra historia y en la actualidad han sido y siguen siendo víctimas de un modelo que les expropia su territorio; minimiza su lengua y tradición ancestral; y les orilla a invisibilizarse, con la consecuente pérdida de su identidad y cultura.
En Fe y Alegría Honduras le apostamos al fortalecimiento de la identidad, la cultura y la historia de estos pueblos, mediante procesos de formación y acompañamiento que revitalicen la defensa ancestral de su territorialidad, desde un modelo educativo que, siendo pertinente a su cosmovisión y desde el diálogo, les consolide como hombres y mujeres con arraigo a su cultura y a su pueblo. Soñamos con recuperar lenguas y culturas en peligro de extinción, como la del pueblo Tolupán; y en potenciar aquellas que se ven amenazadas por el fenómeno globalizante del mundo actual, y así procurar que éste, que llega tan fácil, tan fuerte y tan prometedor a nuestras comunidades, no tenga una autopista libre a la aculturación.
En la escuela vemos el medio apropiado para cerrar paso a la aculturación, a partir de la implementación de un modelo de educación intercultural bilingüe que, en relación abierta y profunda con la comunidad, favorezca el ser y la cosmovisión de nuestros pueblos originarios y afrodescendientes. Y en esos espacios, tanto educativos como comunitarios, nos pensamos caminando junto a ellos y ellas, como sus compañeros y compañeras en el camino hacia el fortalecimiento de su propia espiritualidad, identidad y cultura.
Víctimas de violencia
La violencia es un fenómeno que en la última década se ha enraizado en las entrañas más profundas de nuestra historia y cultura hondureña. De hecho, en los últimos 4 años hemos pasado a ocupar el deshonroso reconocimiento de contar con dos de nuestras principales ciudades (Tegucigalpa y San Pedro Sula) en los primeros lugares de las ciudades más violentas del mundo.
En esta espiral de violencia, las víctimas, como siempre, son los sectores más vulnerables de una estructura social débil y promotora de escenarios violentos. Es así como las niñas, las y los jóvenes y las mujeres son sectores que en los últimos dos años han visto como los niveles de agresión física y sexual, hasta el asesinato se ha incrementado al mismo tiempo que la impunidad en la que queda cada hecho violento en nuestro país.
En Fe y Alegría creemos que es importante generar escenarios que favorezcan la cultura de paz para hacer frente a la cultura de violencia. Atendiendo y acompañando a las víctimas, creyendo que esto es posible en la medida que se promueva la práctica de justicia restaurativa a las víctimas, generando además procesos de acompañamiento psicosocial que posibilite la resiliencia y abone en la dignificación de su ser como personas; pero también proponiendo la creación de escenarios adecuados que no les revictimicen y que por el contrario les reciban, respetando y defendiendo su derecho a la dignidad y a la vida en plenitud.