Cada año Fe y Alegría convoca a adolescentes y jóvenes de las diferentes regiones para involucrarse y liderar la implementación de procesos formativos y de incidencia, entendido que las juventudes son actores fundamentales de transformación social, activos/as y con una fuerte capacidad creativa para abordar y dar respuesta a los principales problemas de sus contextos.
Este año, a pesar de las difíciles situaciones vividas producto de la pandemia de la Covid-19 y el paso de huracanes, las y los jóvenes de Fe y Alegría Nicaragua no se detuvieron, pues desde sus espacios continuaron desarrollando procesos de reflexión y acciones concretas para incidir en los temas de: cultura de paz, violencia de género, derecho a una educación de calidad, salud mental, medio ambiente, entre otros.
En ese sentido, con la intencionalidad de evaluar los procesos desarrollados durante el año 2020 y definir la ruta de trabajo 2021 para el fortalecimiento del protagonismo juvenil en Nicaragua, más de 40 jóvenes participaron del Encuentro Regional de Juventudes, un espacio que permitió la liberación de las cargas emocionales producto de los diferentes acontecimientos registrado a nivel regional y mundial, compartir experiencias significativas desde el rol de cada joven y además, compartir los sueños y retos para continuar apostando por la transformación de sus realidades.
Desde la propuesta metodológica FormAcción para la ParticipAcción, Fe y Alegría busca fortalecer la apuesta en las juventudes como sujetos de derechos, conscientes y críticos/as de los problemas sociales que afectan su escuela y comunidad, atribuyendo un creciente valor a su participación en el pensar y el quehacer local para continuar incidiendo desde una convivencia respetuosa y pacífica en su ejercicio pleno como ciudadanos y ciudadanas para aportar a la cultura de paz.
Steven Zapata, joven participante en representación del Centro Experimental La Asunción Fe y Alegría, expresó: “las juventudes de Fe y Alegría nos movemos para incidir en la transformación social de las realidades que nos afectan, y una de esas realidades es la violencia de género, no podemos ser indiferentes y quedarnos callados, debemos actuar”.
Las y los jóvenes coincidieron en que unidos/as lograrán la transformación social de sus contextos. En ese sentido, expusieron que el reto que los mueve como juventudes es lograr construir espacios de participación e incidencia en la esfera de lo público, para así lograr esta meta común que los movilizan.
El evento concluyó con una coreografía del tema musical “Jerusalema”, donde cada participante puso en escena su talento. Entre risas y baile, manifestaron lo que fue compartir esta experiencia que les deja aprendizajes y compromisos como caminantes de Fe y Alegría transformadores de sus realidades.
