El pasado 19 de febrero se realizó en la Parroquia Cristo Rey de Asunción una eucaristía por el ingreso de Rafael Insfran, egresado del Colegio Hogar de Jesús de Fe y Alegría, a la Compañía de Jesús como novicio.
El evento estuvo marcado por la alegría y la gratitud, siendo acompañado por sus ex docentes, familiares, amigos y representantes de la Oficina Nacional de Fe y Alegría. Concurrentemente, la fecha de esta eucaristía coincidió con el 33° aniversario de la Asociación Fe y Alegría Paraguay.
Sobre su historia vocacional, Rafael contó que siempre fue una persona activa en la iglesia a través de movimientos juveniles y servicios en el altar. Luego, a los 16 años, realizó un proceso de acompañamiento con los Franciscanos para descubrir su llamada. Posteriormente, a sus 17 años fue invitado a participar del encuentro de jóvenes ignacianos del Paraguay “Magis 2024” donde se ofrecieron varias experiencias como deporte, servicio, arte, espiritualidad y ecología.
Rafael cuenta que deseaba integrar el equipo de deporte ya que el fútbol le apasiona. Sin embargo, su sorpresa fue grande cuando le informaron que su experiencia sería espiritualidad, la cual consistía en participar de un retiro de Ejercicios Espirituales Ignacianos de silencio. Esta actividad marcó profundamente su vida y fue crucial para su discernimiento.
“Yo salí con una meta: Estar dispuesto a descubrir mi vocación durante el 2024. Le dije a Dios: «voy a hacer todo lo que vos quieras, a dónde vos me lleves, voy a voy a escucharte y estar atento a las señales que me des» menciona Rafael.
Asimismo agregó: “No puede ser casualidad, es porque Dios metió su mano ahí. Y bueno, ahora estoy acá después de un año prácticamente de ese retiro, se cumplió un año de conocer la Compañía de Jesús y ahora ya soy novicio jesuita. Esto, sin duda, es obra de Dios y no puede ser casualidad”.
En los próximos días ingresará al noviciado en Uruguay para iniciar su formación.
“Mi recomendación para un joven que quiera descubrir su vocación es que no tenga miedo, que se deje acompañar, se ponga una meta -que esto me ayudó mucho a mí-. Además que mantenga la misa diaria, esto fue también algo que a mí me ayudó bastante. Entonces recomiendo eso, dejarse acompañar ser transparentes y no tener miedo, que si es de Dios Él va ir poniendo medios y también te va a ayudar”.