El martes 14 de diciembre del 2021 la Escuela Básica Caacupemi de fe y alegría participó del homenaje denominado “Defensores del Mañana” organizado por UNICEF en reconocimiento a iniciativas de a favor de la educación, salud mental y cambio climático.
Este evento se realizó en conmemoración del 75° aniversario de UNICEF Paraguay, donde reconocieron a 12 organizaciones que son llamadas “Defensores del Mañana”. Dentro de esto, miembros que participan del proyecto Teko Ka’avo, desarrollado en la Escuela Caacupemi de Fe y Alegría, fue incluida por su contribución ecológica en la comunidad.
El proyecto consiste en el cultivo de lechugas hidropónicas en el predio de la institución que es llevada por la comunidad educativa, principalmente estudiantes del tercer ciclo con sus padres, quienes se encargan de sembrar, cuidar y cosechar el alimento para consumo y también comercialización.
“A la gente de UNICEF le interesó (la iniciativa) porque la escuela tuvo 15 años de sequía. Nuestra historia es marcada por el agua, la ausencia de un derecho. Decíamos que era tan contradictorio que, en Asunción, la capital, estemos sin agua. Y después, en el 2014, nos sorprende la inundación. Por eso decimos que el agua es un elemento que nos acompañó en nuestra vida institucional y justo se plantea la posibilidad de construir vida a través del agua. Eso llamó la atención de UNICEF ya que, a pesar de muchas limitaciones que el centro tiene, volvió a revertir esa posición a favor teniendo hoy un espacio donde los chicos puedan aprender y lo hacen significativamente porque son ellos quienes hacen el proceso de asemilladlo, cuidado y siembra de lo que son las lechugas” menciona Selva Miranda, directora de la Escuela Caacupemi de Fe y Alegría.
Belén Domínguez, alumna de la institución, fue la representante quien recibió la medalla verde, símbolo de la acción a favor del medioambiente.
UNA ESCUELA VERDE
Teko Ka’avo no es la única iniciativa ambiental que el centro posee, ya que desde inicios del 2020 funciona un proyecto de mejora educativa denominado “Cuidado de la casa común” que busca convertir en cultura educativa el ámbito ecológico.
En este marco se desarrollan, además de una educación orientada a la conciencia ambiental, micro emprendimientos que involucran el reciclado y cultivo de plantas ornamentales en la institución, donde cada estudiante se hace responsable de la vida de una planta.
“Vimos pasar nuestra propia historia allí conversando con la gente. Es significativo saber que las gentes de fuera ven tan bien las acciones. Decían «es impresionante ver personas tan pequeñitas con tanto entusiasmo a pesar de tantos retos que hayan pasado». Nadie estaba ajeno a lo que la escuela vivía o a lo que viven las escuelas de Fe y Alegría, esto lleva a uno a sentirse bien con la misión que cumple en el lugar en que está.
Estos son los símbolos que te dicen que estás en el buen camino en educación porque se demuestra con eso que hay un trabajo, quizás de hormiga, que se hace todos los días y con mucha limitación, pero acá surge el gran desafío porque estamos dejando un legado muy importante ya que el tema del medioambiente no solo ocurre en el pedazo de tierra donde estamos, sino a nivel mundial y tenemos que hacer un cambio urgente en nuestras acciones hoy porque ya mañana capaz será tarde. No importa donde estés uno tiene que ser responsable de sus acciones”, culmina la Directora Selva Miranda.
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