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Con lluvia, estudiantes de distintas partes del país se movilizan por una educación de calidad

El viernes 18 de marzo centros educativos de Fe y Alegría de zonas rurales y urbanas se unieron desde sus comunidades a la Caminata “Jaguata Tekombo’e Porã”, cuyo objetivo se basó en defender los derechos educativos, a pesar de las inclemencias del clima que se caracterizó por una jornada lluviosa.
La actividad fue organizada con meses de antelación. El plantel docente de cada institución trabajó primeramente con la historia de la Asociación en el país, un recorrido marcado por la lucha contra la desigualdad e injusticia, buscando brindar una educación de calidad preferencialmente en zonas de mayor exclusión. Con esa introducción, pasaron a desarrollar pedagógicamente los derechos del niño y la niña, de manera a que sean ellos quienes identifiquen cuáles son aquellas necesidades que les impide recibir plenamente sus derechos.
El viernes 18 amanecía con probabilidad de lluvias en casi todo el país, aun así, la marcha no fue suspendida y reunió a docentes, alumnos, padres y tutores de familia que salieron a las calles a levantar sus voces.
Desde el Departamento de Concepción, Asentamiento Arroyito, el Colegio Técnico Agropecuario Augusto Roa Bastos y las escuelas Monseñor Aníbal Maricevich; San Roque González de Santacruz; Santa Catalina, Sagrada Familia, Virgen de Caacupé y Moisés Bertoni de Fe y Alegría participaron en medio de una lluvia que no los detuvo.
Entre los carteles que realizaron los estudiantes podían leerse pedidos como: “Roipota almuerzo escolar”, “Toguejýke combustible”, “exigimos educación gratuita” y la más fuerte de todas: “Nos niegan varios beneficios: gratuidad, almuerzo escolar, becas y mucho más por ser de las escuelas privadas subvencionadas de Fe y Alegría. NO A LA DISCRIMINACIÓN”.

Niñas de la Escuela San Roque González de Santacruz sosteniendo un cartel con sus reclamos.

Al son de los redobles en el Departamento de San Pedro, zona de Kamba Rembe, el Colegio Técnico Agropecuario Kamba Rembe y las escuelas Santa Lucía, San Gabriel, San Miguel, Santa Librada y San Ramón de Fe y Alegría también se movilizaron en la zona manifestando las mismas necesidades que los demás centros:
“Inclusión de las escuelas privadas subvencionadas en los programas de beneficios para la educación: almuerzo escolar, gratuidad y microplanificación”, “los niños, niñas, adolescentes y jóvenes NECESITAN: biblioteca municipal, escuelas de arte, facultad pública”, rezan dos de los carteles.

Uno de los centros, específicamente el de San Gabriel de Fe y Alegría, llegó hasta la municipalidad de San Vicente Pancholo para visibilizar a las autoridades locales sus necesidades.

También en la ciudad de San Joaquín, Departamento de Caaguazú, la Escuela y Colegio Técnico Agropecuario Santa María de la Providencia de Fe y Alegría reunió a una gran cantidad de participantes de toda la comunidad educativa que marcaron las calles con su presencia.
Otro centro que se sumó fue la Escuela y Colegio “Fe y Alegría” del barrio Virgen de Fátima, Ciudad del Este. Con su característico color rojo, formaban una marea de personas con los estudiantes que realizaron una sentata.
También en la zona del Departamento Central no se hizo esperar el acompañamiento. La Escuela Niño Salvador del Mundo de Fe y Alegría, desde Areguá, y Oñondive y Virgen de Caacupé de Fe y Alegría, desde Luque, caminaron en simultáneo en sus comunidades.
Y desde el Departamento de Presidente Hayes, distrito de Benjamín Aceval, la Escuela y Colegio María Medianera de Todas las Gracias, más conocida como Pa’i Puku, también se reunió en torno a la movilización nacional.
De esta manera, la caminata por los derechos educativos logró hacerse sentir en todo el país, no solamente en la ciudad de Asunción, donde se concentraron alrededor de 300 personas en la Costanera Norte.
Con esto, los y las estudiantes son la voz de aquellos que sufren las mismas desigualdades e injusticias en sus derechos más básicos y necesarios como la educación, alimentación y la libertad de expresión, dejando en claro cuál es el pedido urgente que cada realidad reclama a los responsables de velar por su cumplimiento.


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