Con un protocolo especial, los alumnos y alumnas de todos los centros educativos de Fe y Alegría retornaron a las aulas de forma presencial el 30 de agosto del 2021.
En el norte del país comenzaron la preparación para recibir a los alumnos desde inicio de año, trabajando con especial intensidad en el mes de julio para brindar las condiciones necesarias para un retorno seguro.
“En el primer día de inicio fue un momento que causó impacto positivo ya que la clase presencial permitió la interacción directa entre los alumnos, alumnas y docentes que las clases virtuales impedían” afirma Patricio Martínez, director del Colegio Técnico Agropecuario Kamba Rembe de Fe y Alegría.
El protocolo que se mantendrá durante el año será el método burbuja elaborado en un principio por los directivos de cada institución con ayuda del Comité Educativo Institucional para la Gestión de Riesgo (CEIGR), con quienes se han reunido un mes antes para analizar la posibilidad de retornar a clases tomando como parámetro la realidad de la zona, las comunidades, las familias y del país teniendo en cuenta la estadística de contagio del virus. Además, se tuvo reunión entre los dirigentes y profesores con el fin de coordinar y organizar el inicio de las clases presenciales. Finalmente, se realizó una asamblea general de padres donde se informó pormenorizadamente sobre el retorno.
«Esta pandemia ha dejado muchas lecciones importantes. Primero, la función del docente es reconocida por los padres, porque constantemente recibíamos mensajes de ellos reclamando la apertura de la clase.
Por otro lado, la imposibilidad de la gente para una educación virtual. Se necesitaba celular de alta gama, que muy poca gente tiene en la zona rural, la señal de internet, que no llegaba a todas las comunidades, saldo que a veces no había en la zona para comprar porque las empresas telefónicas vienen una vez por semana para la venta del mismo.
Por suerte Fe y Alegría tuvo la idea magnifica de elaborar y proveer de las cartillas para los estudiantes, con esta herramienta pudimos mantener a nuestros niños dentro del sistema escolar sin mayores inconvenientes», menciona Catalino Bogado, Director de la Escuela Mons. Aníbal Maricevich, del asentamiento Arroyito, Departamento de Concepción.
El primer día de clases estuvo marcado por la alegría del reencuentro, incluso, algunos centros ofrecieron una bienvenida con cantos y juegos para los alumnos, respetando el protocolo sanitario.
«La virtualidad nos deja en claro la brecha que existe entre las comunidades alejadas, pobres y con poco o nulo acceso a la tecnología con aquellas donde la realidad es lo contrario.
El desafío mayor es reencausar a los actores educativos en la búsqueda e implementación de programas educativos acorde las necesidades a fin de disminuir el impacto negativo del tiempo de la pandemia», concluyó German Sequeira, Director de la Escuela San Gabriel.
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