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Incendios y sin agua: El derecho negado hace 22 años

Una ola de incendios forestales se produce en Paraguay desde la semana del 14 de enero de 2022, uno de ellos se produjo en la Reserva del Banco San Miguel de la Bahía de Asunción, cercana a la Escuela Caacupemi de Fe y Alegría donde, además de enfrentarse a la situación de emergencia, se encuentran sin agua desde hace un mes en toda la comunidad.
La Esc.Bás. N° 6038 Priv. Subv. Caacupemí de Fe y Alegría desde sus inicios ha sufrido la ausencia de un servicio básico como es el agua potable. Tras 22 años de recorrido educativo han tenido que reinventarse para encontrar respuestas ante la urgencia del líquido vital optando por acarrearla en recipientes y recolectando agua de lluvia hasta que, por medio de ayuda solidaria y trabajo comunitario, se lograron adquirir tanques de almacenamiento. Hoy en día cuentan con tres con capacidad de 10.000 litros y dos reservas de 6.000 y 3.000 litros que actualmente se encuentran vacías por el déficit que se vive no solo en el barrio, sino a nivel país.
El lunes 17 de enero, los focos de incendio en la Reserva del Banco San Miguel se reavivaron y ello causó que el fuego se extendiera acercándose a la escuela. La Directora Selva Miranda junto con padres y vecinos de la zona tuvieron que sofocar las llamas utilizando reservas de agua, que habían almacenado por si peligraba el siniestro. Igualmente improvisaron un canal con tierra, una manera de aislar el fuego hasta que los bomberos pudiesen acceder al lugar.
La directora de la institución, Selva Miranda, en contacto con la 1300 AM Radio Fe y Alegría, relató los días que transcurrieron desde el inicio del incendio en la reserva: La gente se estaba preparando por si llegaba el fuego cargando agua en bidones, piletas, recipientes y cuando ya ocurrió que estaba muy cerca tuvimos que bajar en la barranca, nos miramos y dijimos «¿Qué hacemos?». Ellos (los vecinos) esperaban el visto bueno del capitán de los bomberos (para bajar hacia la zona incendiada), pero el acceso al lugar era muy difícil. Y fue una mamá la que se bajó porque estaba muy cerca (de su vivienda) y detrás de ella se bajaron los jóvenes. Ese mismo equipo fue el que ayudó a otro vecino con el fuego.
Los focos de calor en Paraguay alcanzaron el pico con 12.270 casos de casos en lo que va del mes de enero, según el informe del Instituto Forestal Nacional (INFONA).
Lo que no queremos es que (el fuego) llegue a un sector en donde realmente hay materiales inflamables. Ese es nuestro miedo. Porque si a ese sector llega no sé si vamos a dar abasto nosotros también, ni los bomberos creo que den abasto así. Además se va a perjudicar la vida y el espacio de los chicos porque son muchos quienes viven ahí exacto en esa curva donde hay mayor cantidad de materiales inflamables, afirma la directora.

Docentes, padres de la escuela y estudiantes transportando agua para apagar los focos de incendio.

Docentes y padres de la escuela transportando agua para apagar los focos de incendio.

Una historia marcada por las adversidades

La escuela Caacupemi, desde sus inicios, ha vivido situaciones difíciles como las inundaciones del 2014, siendo constantemente desplazados hacia zonas altas hasta que el agua baje. Pero no solo eso, irónicamente, el agua es un recurso que ha escaseado desde antaño. Recién en el 2012 la escuela contó con el servicio de agua potable, sin embargo, los cortes son continuos y por ello vuelven a recurrir a los métodos de acarreamiento y reserva.
El derecho al agua es lo más primordial y ese es un derecho negado hace 22 años al Centro. Han pasado por aquí muchos ministros, presidentes de la República y primeras damas y hasta ahora no se solucionó. La comunidad quiere progreso por eso es que hay una escuela hace 22 años aquí. Las familias tienen derecho a ese servicio básico. Es muy triste verles formar fila frente a una canilla y acarrear agua estando tan cerca de la capital, Asunción. Por más de que en muchos lugares esté pasando eso, la gente de Caacupemi vive hace años con esa misma dificultad, señaló Selva Miranda.
Y agregó: ¿Por qué no hay agua en Caacupemi? Es porque el sistema de cañería que cruza, es decir, el caño principal de la ESSAP, data de hace 100 años. Eso ya venimos hablando hace tiempo, porque al llegar a la costanera hay agua, en cambio desde la bajada camino a la escuela hasta todo el sector no tiene. Esas son las contradicciones, ya que justamente allá donde poseen más recursos hay (agua), pero aquí donde se necesita, donde tiene que garantizarse a que el niño tenga acceso libre a educación es donde no hay (agua).
Hemos recibido colaboración de organismos internacionales, de entidades de ayuda, gente extranjera que, sin embargo la problemática no se va a solucionar si es que desde el gobierno mismo no se garantiza el derecho superior del estudiante de tener lo básico, no solo del estudiante sino de la población en sí, del ciudadano”.
Actualmente la continua amenaza de incendios afecta a la comunidad, quienes se mantienen en constante alerta. Realizan constantemente rastrillajes para evitar la más mínima chispa que ponga en peligro las viviendas y la vida de los pobladores.
El fuego no es igual que el agua. Esta es una nueva experiencia para la escuela. La escuela siempre pasó por la falta de agua, exceso de agua (inundación), pero no se compara. No es igual caminar y mojarse hasta el pecho con agua que entrar en el fuego. Inclusive para acercarse al fuego uno tiene que estar preparado.
La directora Miranda mencionó que ya realizaron los pedidos correspondientes a la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (ESSAP), aunque con la alta demanda y el déficit a nivel país no han encontrado una solución. Con todo, continuarán realizando los pedidos a las entidades correspondientes para resolver la problemática, especialmente teniendo en cuenta la emergencia forestal y la próxima vuelta a clases presenciales.
Lo que falta es voluntad para que esto tenga una solución definitiva porque ninguna otra persona de la comunidad puede vivir como está viviendo hoy día. Y si actualmente escuchamos en los barrios de otros sectores que es catastrófico tener que juntar agua en baldes para poder bañarse imagínense esta gente que debe juntar gotas de agua para poder tomar.

Escuela Caacupemi de Fe y Alegría afectada por la inundación en el 2018.

Escuela Caacupemi de Fe y Alegría afectada por la inundación en el 2018.

Una mano solidaria

Ante la urgencia de sofocar la necesidad básica del líquido vital, la comunidad educativa está abierta a recibir la colaboración con bidones de agua, de manera a atender al principal menester.
De igual manera, seguirán apelando a “manos amigas” que tengan la posibilidad de cargar los tanques de agua de la institución, ya que con ello tendrán suficiente en el caso de que nuevamente se reavive el fuego y también podrán recibir con seguridad el inicio de las clases presenciales.
En mis 22 años de enseñanza en la Escuela Caacupemi aprendí que la ayuda de un amigo o incluso desconocido responde más a las exigencias de poder defender el derecho humano. Lastimosamente, es más rápida la atención de una persona, incluso extraña, que conoce de la historia, aparece aquí y extiende su mano. Aun así, seguiremos apelando a que el derecho del niño y de la persona misma sea garantizado, concluye Selva Miranda.

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