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20 septiembre 2024

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¿Puede la educación evitar más incendios forestales en Paraguay?

Galo Bogarín

Fe y Alegría Paraguay


Galo Bogarín, de Fe y Alegría Paraguay, nos cuenta de la importancia de la educación en la prevención de desastres naturales.

En los últimos meses estamos padeciendo una serie de incendios forestales en gran parte del país. Las consecuencias dramáticas de índole socio ambiental ameritan un análisis, reflexión y, sobre todo, intentar identificar las causas de esta situación tan recurrente.

 

En septiembre de 2024, Paraguay ha enfrentado una grave crisis de incendios forestales, especialmente en la región del Chaco. Este fenómeno se recrudeció en toda la región occidental y se propagó con mucha fuerza y de modo intenso afectando la fauna, la flora y las comunidades. Abordar este fenómeno es sumamente complejo.

 

Al contemplar el contexto Sudamericano, vemos que esto se agrava aún más. En este año, se acumula el mayor número de incendios forestales en relación a los últimos 15 años. Desde el 1 de enero al 12 de septiembre de este año se registraron, en el continente, 350.300 incendios forestales. Esto significa que ha aumentado considerablemente en los últimos 15 años. Son datos confirmados, esta semana, por el Instituto Brasileño de Investigación Espacial (INPE).

 

Los titulares de los medios de comunicación paraguayos denotan la gravedad del suceso y la intensidad de los efectos: “El infierno rojo en el chaco paraguayo”; “El Paraguay en llamas”; “Los bosques de América del Sur incendiándose”; “Paraguay con mano dura contra responsables de incendios forestales”; “¡Héroes! Bomberos dan por concluidas sus tareas en zonas afectadas por incendios”.

 

Ante esta realidad del país y la región sería bueno hacernos las siguientes preguntas: ¿Por qué realmente se dan estos incendios en Paraguay y en la región?, ¿Cuáles son las causas que las originan?, ¿Quiénes son los principales actores?, ¿Quiénes son los más afectados por estos incendios?, y ¿Cuáles son las consecuencias en la población en general de nuestros países?. Interrogarnos también sobre: ¿Cómo afecta esto al sistema educativo nacional y en particular también a los centros educativos de Fe y Alegría? y ¿Qué desafíos plantea esta temática de cara al futuro?

 

Los incendios forestales, los cuales más del 90% son producidos en Paraguay, suceden de manera premeditada e intencionada. Una de las razones es el modelo de desarrollo, el cambio de uso de suelo en gran parte del territorio nacional y de la región sudamericana. Sumado a esto, la gran deforestación que sufre la región, generando otras situaciones como el cambio en el ciclo de lluvias en gran parte de la región. Este fenómeno tiene un efecto directo sobre la humedad reinante en los territorios, cuya consecuencia es la crisis climática.

 

Sin duda lo ocurrido en este mes puede ser catalogado como un crimen, un daño ambiental terrible, un ecocidio fuerte, un crimen socioambiental. Los responsables de la protección ambiental son, de hecho, las instituciones del estado paraguayo. Si bien, en el país contamos con una muy buena legislación en materia ambiental, ésta es de nulo cumplimiento. Peor aún, ni siquiera se piensa en penalizar a los responsables de estos crímenes ambientales. Casi siempre están protegidos por ciertos sectores económicos, empresariales, ganaderos, agroexportadores, por ello cuentan con una total impunidad ante estos graves incidentes en el país.

 

Paraguay ha sido muy afectado y los incendios dejaron una pérdida de aproximadamente 190 mil hectáreas de reservas forestales y bosques nativos. Este siniestro ha tenido un impacto altamente devastador en la población local, en especial, en las comunidades de los ayoreos. La particularidad de este pueblo es que sus habitantes no tienen contactos con la sociedad envolvente. Es decir, son de carácter silvícolas, no contactados y que se encuentran en esta zona de la reserva del Cerro Chovoreca.

 

La población chaqueña junto con la fauna y flora de la región han sufrido las consecuencias. Hay que recordar que el Chaco paraguayo es una región semidesértica que alberga una gran diversidad de especies nativas, vegetales, animales. Esta región cuenta con un tipo de suelo diferente, caracterizado por la seca y las altas temperaturas, en especial, durante el verano.

 

A parte de la destrucción de miles de hectáreas de bosques, se puso en peligro la biodiversidad de la zona. Las comunidades locales que dependen de los recursos naturales para su existencia como la crianza de ganado y la agricultura, se encuentran ante un gran desafío, pues se estima al menos unos 30 años para la reposición mínima de estos territorios. Algunas proyecciones, incluso, prevén de 80 a 100 años para la recuperación total de estos territorios.

 

El humo generado a causa de estos incendios forestales provocaron, en gran parte del país, no solamente del Chaco paraguayo, problemas respiratorios. Se registraron casos graves en niños, niñas y adultos mayores. La contaminación del aire ha tenido un impacto negativo en la calidad de vida de las personas, principalmente en las zonas afectadas y en gran parte del territorio nacional. Los indicadores de la calidad de aire alcanzaron unos niveles sumamente insalubres. La mala calidad del aire obligó a la población a recluirse en casa y evitar los ejercicios al aire libre.

 

Esta crisis socioambiental afectó seriamente a la educación de los niños y niñas en Paraguay. El Ministerio de Educación y Ciencia tuvo que emitir una resolución para la suspensión de las clases presenciales en zonas más afectadas por los incendios. La medida buscó proteger, en concreto, la salud de los estudiantes evitando la exposición al humo denso porque podría causar problemas respiratorios graves.

 

Para mitigar esta interrupción del proceso educativo se recurrió a las clases a distancia. Esto supuso el uso de plataformas en línea y distribución de materiales educativos impresos para los lugares sin acceso a Internet. Sin embargo, la efectividad de esta medida, es en sí misma, limitada por la falta de recursos tecnológicos en algunas comunidades. Con todo, no se ha podido responder en tiempo y forma, ya que, la situación requería acción rápida y esto implica contar con los materiales listos para su entrega.

 

En algunas zonas, el Ministerio de Educación y Ciencia, pudo ofrecer apoyos psicológicos a estudiantes afectados, así como la búsqueda de espacios alternativos temporales. De igual forma, se ofrecieron ambientes transitorios para familias desplazadas a causa del incendio.

 

Se puede señalar que este fenómeno no solamente dejó daños ambientales significativos, sino que también perjudicó a las comunidades locales. Si bien Fe y Alegría pudo operar en sus centros educativos, se vio afectada, de modo indirecto, por los efectos del humo que permaneció más de 15 días en el espacio de la ciudad de Asunción. Debido a esto se procedió a la protección de los estudiantes y docentes evitando la exposición al aire libre y monitoreando las consecuencias en los estudiantes. Así al menor signo de problema respiratorio acudir al centro de salud más cercano.

 

Ante esta situación, Fe y Alegría, Paraguay, estuvo muy atenta a cumplir con las recomendaciones emitidas por los ministerios de Educación y Salud. Al mismo tiempo, se generó un debate social para reflexionar a partir del hecho sobre la responsabilidad de la sociedad ante una emergencia como esta. A través de la Radio Fe y Alegría se vió la urgencia de implementar acciones más eficaces para la prevención y la gestión de riesgo. Se percibió, al mismo tiempo la fragilidad estatal para prevenir y hacer frente a estos desastres naturales y/o provocados de gran envergadura.

 

Esta situación ha sido ocasión para concienciar a la población. Tarea prioritaria llevaba a cabo por la Radio y Fe Alegría en red con otros medios de comunicación. Se trataron temas como: la educación socio ambiental, el impacto de las grandes agroganaderas en el equilibrio ecológico, la importancia de las políticas públicas a nivel nacional. El objetivo era promover una conciencia social sobre el manejo sostenible del entorno que, de hecho, ya se viene realizando desde los distintos programas y proyectos Fe y Alegría.

 

El cuidado de la Ecología integral es una de las políticas de la Institución y forma parte de la formación integral en Fe y Alegría. A través de las múltiples propuestas pedagógicas se promueve la cultura del cuidado de los recursos naturales, la protección, la prevención. A raíz de lo ocurrido percibimos que aún resta mucho por hacer. Cuidar el ambiente, los territorios y las personas se torna una urgencia que nos desafía a buscar metodologías eficaces para que la concienciación toque la cultura y transforme los hábitos sociales desde dentro.

 

Finalmente, esta experiencia subraya la necesidad de contar con protocolos más sólidos para enfrentar emergencias de este tipo. Al mismo tiempo, vemos la importancia de reforzar el enfoque multidisciplinario en la educación, de forma que involucre a toda la comunidad en el proceso de aprendizaje, para fomentar la cultura del cuidado y protección solo a través de la cooperación en red, la formación en la conciencia crítica, el sentido de la responsabilidad socioambiental y la organización de acciones concretas se podrá mitigar el impacto de siniestros similares. De este modo, podremos asegurar un futuro más sano, más seguro y más resiliente para las generaciones que vienen.

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