Fe y Alegría, en su compromiso por llevar educación de calidad para niñas, niños, jóvenes y adultos, desarrolló un proyecto de capacitación utilizando la radio como herramienta pedagógica llamado “Voceros Escolares”, un programa que se vinculó a la formación de los estudiantes de escuelas del estado Mérida.
Durante el año 2002, una profesora con profunda vocación, Lecgisia Torres, llevaba a cabo un programa radial titulado El Rincón de los Niños, un espacio dominical para toda la familia, dedicado a promover los valores de respeto, solidaridad, responsabilidad además de recorrer el país a través de cuentos, historias y relatos.
Este programa le llamó la atención a la profesora Cleverit Betancourt, del colegio Estado Anzoátegui, ubicado en el municipio Rangel del estado Mérida. La docente, viendo lo interesante y atractivo del espacio, comenzó a pasarlo grabado en el aula de clase.
De esa manera motivaba a niñas y niños a discutir lo que se desarrollaba en el espacio así como la promoción de la lectura y la escritura utilizando la radio como método de aprendizaje.
Bajo esa primera mirada, arrancó un proyecto que, con el apoyo institucional de Fe y Alegría, se extendió por diversas unidades educativas aledañas a la emisora comunitaria Radio Fe y Alegría Pedregal 105.7 FM.
Carlos Krisch, fundador de la estación y del proyecto, relató que se consolidó inicialmente en la Escuela Bolivariana El Pedregal. Allí se comenzaron a formalizar los espacios de capacitación para que las niñas y los niños iniciaran su participación en la radio.
“Los estudiantes recibían la formación en el recinto educativo, se les otorgó inclusive una grabadora para que los participantes realizaran entrevistas. Al mismo tiempo, se organizaban en cuanto a los roles porque el programa comenzó a emitirse en vivo de lunes a viernes a las 9:00 de la mañana”, recordó Krisch.
A la escuela El Pedregal se sumaron otras cinco que comenzaron a fusionar la dinámica del proyecto con sus actividades cotidianas. De esa manera, el rol del profesor de aula, el joven participante, el personal de la radio y los representantes se unieron bajo un mismo mensaje: Voceros Escolares, mucho más que hablar por radio.
Edelso Gómez, parte del equipo promotor del proyecto, manifestó lo que significó la propuesta y cómo se desarrolló la actividad educomunicativa en las aulas de clase y luego en la sede de la emisora.
“El proyecto buscaba que la radio no fuera el fin sino que fuese el medio. Que fuese una herramienta para generar procesos comunicativos y aquí la diferencia de muchos otros proyectos, porque en este caso no importaba la calidad del programa de radio (que sí era importante) sino que acá lo importante era poder trabajar con las bondades de la radio con contenidos pedagógicos, que los muchachos desarrollaran habilidades y destrezas como la organización y la resolución de conflictos”, refirió Gómez.
Un aspecto determinante fue el compromiso que se logró adquirir con las escuelas. Los profesores ganados al proyecto apoyaron la iniciativa e incluso, se formalizó un compromiso que le daba un carácter vinculante, pero también de formalidad a la participación.
“Se hacía un contrato con el directivo del colegio y con el docente para que pudiese entender que la radio fungía como una herramienta pedagógica a través de un proceso que promueve la imaginación, la creación y eso era lo que se ponía en práctica con cada uno de los estudiantes que debían por supuesto definir la temática que iban a trabajar durante el mes y por ejemplo cómo, a través de un tema musical que se colocaba en la radio, se podía generar un debate, una crítica o quizás a lo mejor conocer la historia de un pueblo o de una ciudad para así determinar la biografía de cualquier cantante y así poder vincularlo al tema que están hablando o conectarlo con el proyecto de aula”, indicó Gómez.
Krisch hizo enfatizó que los compromisos adquiridos por las escuelas y la emisora fueron los pilares fundamentales para que el proyecto tuviera éxito y se sostuviera en el tiempo.
“La escuela se comprometió a apoyar logísticamente la capacitación de voceros y voceras escolares. Debían permitir que, semanalmente, se sostuviera una reunión entre los alumnos participantes con el facilitador responsable del programa por parte de la radio. Se solicitaba que el programa se escuchara en vivo o grabado dentro del aula de clases y, para finalizar, que dicho proceso se incluyera una evaluación escolar para los participantes del proyecto”, refirió Krisch.
En el caso de la emisora, los compromisos estipulados fueron: capacitar a las alumnas y alumnos participantes, visitar semanalmente cada escuela participante para orientar a los voceros escolares y docentes sobre el desarrollo del proyecto, producir diariamente y en conjunto el programa radial del mismo nombre Voceros Escolares y, finalmente, hacer un proceso de evaluación periódica de los participantes del proyecto.
Gómez reseñó que con el paso del tiempo, se logró equipar a las instituciones educativas para que el proyecto no se quedara solo en el aula y durante el día de emisión sino que se pudiera adentrar el tema tecnológico.
“Las escuelas recibieron su propia computadora, su propia grabadora y micrófono para que los programas salieran al aire dentro de las unidades educativas o se grabaran de mejor calidad. En ese punto, la radio se encargaba de buscar el programa, apoyar la edición y ponerlo en la radio. Así lograron hacer un equipo de apoyo y de trabajo para poder llevar a cabo el programa y alternar la visita a la emisora”, recordó Gómez.
Durante el tiempo que se desarrolló el proyecto, los participantes no sólo reafirmaron su participación en la radio. Se realizaron encuentros presenciales con las demás unidades educativas para cohesionar más la labor, así como encuentros deportivos y recreativos a final de curso.
Una vez cerrada la participación de Fe y Alegría en la radio comunitaria, se dio paso a una nueva etapa en la ciudad de Mérida. Un programa que, fruto de aquella experiencia, fomenta la labor educomunicativa, esta vez con jóvenes participantes del Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA) en la entidad.
En los actuales momentos, “Entre clases y panas” (antes llamado Al Ritmo de los Centros) es un espacio radial que cada sábado de 10:00 de la mañana a 12:00 del mediodía promueve la participación activa de quienes se forman bajo la modalidad de educación de jóvenes y adultos.
El espacio se prepara semana a semana y se les pide a los facilitadores y docentes que acompañen la actividad educativa usando los temas pautados en la programación. De igual modo, los participantes acuden a la estación para no solo conocer cómo funciona una emisora de radio, sino también involucrarse en el proceso de producción y emisión al aire de dicho programa radiofónico.
Por Héctor Cortez Ruiz
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