Verónica Cubillán | Referente de Comunicación del Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín
Una vida marcada por experiencias que han moldeado su ser y vocación, María Elena Méndez es una educadora cuya trayectoria ha estado profundamente influenciada por la Educación Popular y el compromiso social. Desde temprana edad, su paso por Fe y Alegría marcó un antes y un después en su formación, lo que despertó en ella un profundo compromiso con la transformación social y una sociedad justa.
La profe María proviene de una familia numerosa, catorce hermanos en total. Su padre fue hombre trabajador y con una visión clara del futuro, siempre quiso que sus hijos tuvieran una profesión, si fuese corta mejor; por eso, la mayoría de sus hermanos estudiaron en la Escuela Técnica Industrial Anselmo Bello, mientras que sus hermanas estudiaron en el Lossada y el Duarte, que eran liceos comerciales.
Sin embargo, cuando llegó su turno de elegir el bachillerato, conoció la Normal Nueva América de Fe y Alegría. Gracias a la influencia de una amiga y a una visita que realizaron junto a su padre, quedó fascinada con este liceo, a pesar de las dificultades que implicaba estudiar allí, como era la distancia y su corta edad, apenas tenía 14 años.
“La experiencia era radicalmente distinta a cualquier otro liceo de la ciudad. Trabajábamos en estrecha colaboración con la comunidad, partiendo siempre de nuestras propias realidades. Las clases eran dinámicas y participativas, no existían pupitres, trabajábamos en mesas, nos dirigíamos a los profesores por sus nombres y, al finalizar cada jornada, dejábamos el salón impecable. La escuela se extendía más allá de las aulas: explorábamos el barrio para aplicar lo aprendido y organizábamos actividades culturales como teatro y sociodramas. Una de las profesoras para ese tiempo era Luisa Pernalete, con su cuatro y sus versos improvisados, creaba un ambiente único y estimulante, sus clases eran una fuente inagotable de inspiración.
No puedo dejar de nombrar a otro gran maestro popular, Antonio Pérez Esclarín, a quien popularmente llamamos “Pechín”, despertó en mí una pasión insaciable por la historia de América Latina. Sus clases, llenas de lecturas de grandes autores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges, Juan Rulfo, Ernesto Sábato, entre otros, me permitieron desarrollar un pensamiento crítico y comprender las complejas realidades de nuestros pueblos Latinoamericanos. Recuerdo con especial cariño mi primera lectura completa del libro, “El Señor Presidente” de Miguel Ángel Asturias, un libro que devoré en pocos días y que me sumergió en la compleja historia de Guatemala. Gracias a estos dos grandes maestros populares, descubrí el poder transformador de la educación y el compromiso social, además de comprender que la escuela era el gran espacio para cuestionar el mundo y construir un futuro más justo, sobre todo desde la pasión de los jóvenes que hacíamos vida en la Normal”.
Esa experiencia en la Normal Nueva América de Fe y Alegría fue fundamental para su vocación. La Educación Popular, con su enfoque en la realidad social y la participación activa de los estudiantes, le mostró a la profe María que la educación no se limita a transmitir conocimientos, sino que es una herramienta para transformar la sociedad: “El hecho de trabajar en equipo, de vincularnos con la comunidad y de reflexionar sobre nuestra propia historia de vida, me permitió crecer como persona y como futuro educador. Hoy, puedo afirmar con orgullo que soy producto de esa educación y que mi compromiso con la transformación social sigue siendo tan fuerte como siempre”.
La motivación de la profe María siempre estuvo centrada en creer que la educación transforma vidas y comunidades. Durante sus estudios tuvo la oportunidad de poner en práctica sus conocimientos como maestra en una escuela de Fe y Alegría, la escuela Nueva Venezuela, ubicada en un barrio La Polar, un barrio cercano a la Normal Nueva América.
“Compaginando mis clases en la Normal con la enseñanza en la escuela, adquirí una valiosa experiencia práctica. Al graduarme, fui contratada como maestra de tiempo completo en esa misma institución, donde tuve la oportunidad de trabajar con estudiantes de diferentes edades, además de haber tenido la oportunidad de compartir y reflexionar la experiencia de enseñar con otros docentes egresados de dicha Normal. Posteriormente, al obtener el título de profesora de Biología, amplié mi campo de acción y asumí responsabilidades de coordinación pedagógica, lo que me llevó a liderar equipos docentes a nivel local y regional”.
Sus estudios posteriores, incluyendo las especializaciones en Aprendizaje en Entornos Virtuales y Gestión de la Formación Técnica, así como el Posgrado en Gerencia Educativa y el Doctorado en Educación, entre otros, han reafirmado una convicción fundamental: “la acumulación de títulos carece de sentido si los nuevos saberes adquiridos no se traducen en una mejora concreta de las prácticas educativas”.
“Con 48 años de trayectoria en Fe y Alegría, he tenido la oportunidad de desempeñar diversos roles formativos, desde la formación de docentes hasta la asesoría internacional. Mi experiencia abarca un amplio espectro de áreas, incluyendo diseño curricular, evaluación por competencias, educación en tecnología, inteligencia artificial, y enfoques innovadores en emprendimiento, empleabilidad e intermediación laboral, así como también en enfoque sobre economías alternativas. A nivel internacional, he colaborado con docentes de varios países, el último apoyo lo he realizado con docentes de Perú y República Dominicana, brindando asesoramiento en temas de educación popular y acompañamiento pedagógico para transformar las prácticas educativas”.
En el Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín (CFIPJ), lidera la línea de Formación para el trabajo, lo que ha impulsado una constante evolución en los programas de Fe y Alegría. En los últimos años, ha puesto especial énfasis en la mejora de la empleabilidad e inserción laboral de los futuros egresados.
A través de diversas iniciativas de formación docente, se han capacitado a más de 602 profesionales, solo en el 2024, en el desarrollo de competencias técnicas y transversales que les permitan adaptarse a las demandas cambiantes del mercado laboral. Este enfoque integral busca fortalecer la formación técnica y convertirla en una vía de acceso al mundo laboral.
En estos momentos, se están formando a 123 docentes y directivos en intermediación laboral, con el objetivo de fortalecer el perfil profesional del intermediador de cada centro técnico y mejorar sus habilidades para vincular a nuestros futuros egresados con el sector productivo. Al brindarles herramientas y conocimientos especializados, los docentes encargados de este rol, se convierten en agentes clave para transformar la formación técnica en una puerta de entrada al mercado laboral.
“Nuestra propuesta formativa se fundamenta en los principios de la Educación Popular, donde el aprendizaje se construye de manera colectiva y se vincula estrechamente con la realidad social de los participantes. Al partir de las experiencias y conocimientos previos de los docentes, facilitamos un proceso de reflexión crítica que les permite identificar las problemáticas de su contexto y buscar soluciones innovadoras. A través de la problematización y el diálogo, promovemos la construcción de conocimientos significativos que trascienden la mera acumulación de información. De esta manera, buscamos no solo mejorar las prácticas docentes, sino también contribuir a la transformación de los entornos educativos.
En realidad, nuestra relación con los docentes se basa en el apoyo, ayuda y asesoría pedagógica. No ponemos en duda que los docentes cuentan con buenas prácticas o prácticas poco exitosas, que forman parte de su experiencia de vida. Nosotros le ayudamos a valorar y reflexionar su experiencia en busca de mejorarla, esto se logra solamente cuando despertamos en el docente la curiosidad e interés por reflexionar su experiencia, escuchar nuevas experiencias y dialogarlas de forma colectivas y colaborativas, desde esta acción estamos seguros que se logra la transformación de la educación”.
En el contexto venezolano, la profe María ha identificado diversos desafíos para la educación, como el rezago pedagógico, la desmotivación estudiantil y la necesidad de adaptar las prácticas educativas a las nuevas realidades. Sin embargo, también ha destacado las oportunidades que ofrece el sector educativo para promover la innovación y la transformación social.
“El complejo contexto venezolano presenta múltiples desafíos para la educación, entre los que destaca el rezago pedagógico acumulado, agudizado en los últimos años. Este rezago se manifiesta en importantes lagunas de aprendizaje que dificultan el avance de los estudiantes a niveles superiores. Para superar este desafío, se requiere una combinación de políticas educativas sólidas y una formación docente enfocada en pedagogías innovadoras que permitan la nivelación efectiva de los aprendizajes.
Otro desafío crucial es la motivación estudiantil, especialmente en un contexto marcado por la inmediatez y la búsqueda de soluciones rápidas. En este sentido, la formación docente debe capacitar a los educadores para conectar con las nuevas generaciones mediante el uso de herramientas tecnológicas y metodologías activas que hagan el aprendizaje más significativo y atractivo. Además, se debe promover el desarrollo de habilidades socioemocionales en los docentes, quienes a su vez podrán transmitirlas a sus estudiantes, abordando así «hábitos poco favorables» como la falta de compromiso y la búsqueda de soluciones fáciles.
Finalmente, la formación docente debe fortalecer la capacidad de los educadores para trabajar en contextos vulnerables, adaptando sus estrategias pedagógicas a las necesidades específicas de cada comunidad y promoviendo la inclusión y la equidad. Para ello, es fundamental una formación continua y un acompañamiento pedagógico que les permita enfrentar los desafíos cotidianos en las aulas”.
La trayectoria profesional de María Méndez demuestra su compromiso con la educación popular y su capacidad para liderar procesos de cambio en el ámbito educativo. Su experiencia y conocimientos la posicionan como una referente en el campo de la formación docente y la innovación educativa en Venezuela.
Caracas, 16 de enero de 2025
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