En el marco de su 68 aniversario, Fe y Alegría sigue buscando cómo ofrecer y promover una educación de calidad y que esta meta permee todos los ejes de los procesos de la Escuela buscando, con creatividad, la educación integral que acompaña el crecimiento de todas las dimensiones de la persona.

“Hacer el bien y hacerlo bien” es el lema que acuñamos en el Movimiento desde hace unos años y que sigue inspirando, “moviendo” el quehacer de Fe y Alegría.

Y con esta fuerza inspiradora que nos da el Maestro, desde lo que fue su propia vida, se reunieron en Villa Rosario de El Junquito, convocados por la DNE con el liderazgo y el acompañamiento de Pedrieti Ramírez, todos los coordinadores de Pastoral de las diferentes zonas de Fe y Alegría en Venezuela y de cada una de ellas: tres docentes de las escuelas elegidas como centros pilotos para una propuesta innovadora.

El encuentro de una semana para los coordinadores de Pastoral Zonales abrió el telón con dos días intensivos para presentarnos un modo nuevo de hacer “Pastoral de Aula” y desarrollar el Eje de Valores: Aprendizaje Experiencial. 

Pedrieti Ramírez, con la sencillez que la caracteriza en el conocimiento de la metodología y el entusiasmo por dinamizar los procesos pastorales con nueva vitalidad, nos explicó  que la experiencia es la fuente de los aprendizajes, “el modo natural de aprender”, pero que muchas veces la frustramos en la escuela, cuando la hacemos una rutina o nos deslindamos de la vida, donde se encuentra la sabiduría para continuar caminando y haciendo historia.

Nos subrayó que no es algo nuevo: “El aprendizaje experiencial tiene más de un siglo con un marco conceptual, metodológico, que se ha puesto en práctica”. Y nos vendió la idea enfatizando su potencialidad para sacar lo mejor de nuestros estudiantes: “El aprendizaje experiencial es un proceso donde el individuo construye su propio conocimiento, desarrolla habilidades y  realza sus valores a partir de la experiencia”.

De la mano de los éxitos de quienes ya aplican este modo de enseñar nos informó que: “Numerosos estudios demuestran que el aprendizaje es más eficaz y creativo cuando se lleva a cabo a través de la experiencia y el descubrimiento”. 

Pudimos acercarnos a los pensadores e investigadores del aprendizaje experiencial, como John  Dewey, que reivindica el potencial de la experiencia para promover conocimiento, entendiendo que los individuos aprenden, cuando encuentran significado en su interacción con el medio. El modelo sobre aprendizaje experiencial de este autor distingue distintas fases: experiencia concreta, reflexión, conceptualización abstracta y aplicación. 

Otro de los autores es David Kolb. El defiende el aprendizaje como el proceso por el que se crea conocimiento mediante la transformación de la experiencia. Establece un ciclo de aprendizaje experiencial de Kolb, afirmando que hay que completar cuatro etapas para conseguir los mejores resultados en el proceso de aprendizaje. Estas son: experiencia concreta (ACTUAR), observación reflexiva (OBSERVAR), conceptualización abstracta (PENSAR) y experimentación activa (APLICAR).

Acercándonos más al “cómo llevarlo a la práctica”, se nos explicaron las estrategias que se pueden utilizar, ya conocidas por los docentes, pero que requieren darle este énfasis transformador, apropiándonos con entusiasmo de la propuesta, desde el enfoque de la experiencia. Estrategias como pensamientos del P. Manuel Segura, de interioridad, cuentos, narraciones, música y mucho más son las múltiples posibilidades que tenemos en nuestras manos para que los NNA aprendan significativamente, creando experiencias, como punto de partida del desarrollo de los aprendizajes. 

Las innumerables ventajas que nos ofrece el aprendizaje basado en experiencias nos dejaron motivados para emprender de nuevo el camino, con la esperanza crecida de saber que tenemos en nuestras manos las posibilidades del mañana que son ya presente y no solo como futuros  esperados sino anunciados, como buena noticia del Reino.