Un saludo fraterno a quienes comparten realidades y sueños en esta misión de educar.
Un saludo fraterno a quienes comparten realidades y sueños en esta misión de educar.
Comenzamos un nuevo año escolar. De nuevo en nuestra segunda casa. Cada uno trae su propia historia, su entusiasmo, sus preocupaciones, sus necesidades, angustias y esperanzas, su fe y sus alegrías. Y para acompañar este reencuentro, acudo a las lecturas del Evangelio del día 18/9, san Lucas (7,1-10) san Pablo a Timoteo (2,1-8).
“Jesús se admiró de la fe del centurión romano y exclamó: Les digo que ni en Israel he encontrado tanta fe”.
Con estas palabras de Jesús, quiero expresar mi admiración, reconocimiento, agradecimiento y al mismo tiempo animar a todos ustedes; educadores, personal administrativo, obreros, comunicadores, equipos directivos, investigadores. Porque sólo gente con tanta fe es capaz de obrar del modo que todos lo hacen.
En medio de esta crisis compleja que conocemos y padecemos en carne propia, resuenan las palabras de Jesús “les digo que ni en Israel he encontrado tanta fe”, tanta humanidad, compromiso, entrega. Ustedes apuestan por alimentar la esperanza de este pueblo venezolano; dando tiempo, trabajo, calidad, entrega. “Y lo que hagan a uno de estos mis pequeños, a mí me lo hacen.” (Mt 25.40)
Los centros educativos están abiertos y preparados para iniciar o para continuar; sé que en muchas oportunidades abrieron durante el mes de agosto para que los niños y jóvenes disfrutaran la alegría de los campamentos vacacionales, o campamentos misión donde los universitarios se comprometieron en el servicio a los que más necesitan. Aún en vacaciones, ustedes siguieron comprometidos. Y entiendo, la tarea de ser Fe y Alegría no se detiene. Aunque anhelo de corazón, también hayan podido disfrutar estos días en el encuentro familiar.
San Pablo afirma: Ruego, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar un vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto.
La solidaridad que nos caracteriza nos lleva a sentirnos parte de esta humanidad que lucha por la vida ante las fuerzas que producen guerras, violencias, desastres climáticos, hambruna, éxodos masivos. Oramos y nos solidarizamos con todos ellos.
Y oramos por nuestras autoridades para que garanticen el derecho a la educación de la población venezolana y, las condiciones del personal de la educación, que día a día, entrega su tiempo, trabajo, profesionalidad. Necesitamos ingresos dignos que nos permitan dedicarnos plenamente al servicio educativo, sin la angustia de un sueldo que no alcanza para lo mínimo. Requerimos materiales didácticos que acompañen el proceso de aprendizaje de los estudiantes; espacios seguros, acondicionados; donde nuestros niños y jóvenes estudien, aprendan, jueguen, socialicen, potenciar sus capacidades. Talleres equipados donde los estudiantes desarrollen competencias, creativas, innovadoras y transformadoras.
Sabemos que cuando un gobierno democrático está comprometido con el bienestar de la población, aun en situaciones de crisis, prioriza la educación de su gente como eje para el desarrollo económico, la convivencia social, la estabilidad política y el desarrollo integral de su población.
Como decía nuestro fundador, el P. Vélaz, un niño sin escuela es un problema de todos. Y por eso, desde Fe y Alegría reafirmamos nuestro compromiso con una Alianza por la Educación. Una Alianza que comienza por los más cercanos: familias, representantes, comunidad del entorno. Ellos son parte fundamental del proceso educativo. Unamos esfuerzos, busquemos soluciones, toquemos puertas, contagiemos de pasión y compromiso. Aseguremos que la educación de sus hijos sea de calidad garantizando que los centros cuenten con los recursos necesarios. Sostener el centro educativo solo es posible con el esfuerzo y el trabajo de todos.
Esta Alianza está abierta a todos los sectores del país: organizaciones sociales, Estado, universidades, Iglesia y grupos religiosos, sector empresarial, gremios y todos los que luchan por una recuperación del país. Ya son muchos los que se van sumando, pero debemos seguir convocando y uniendo esfuerzos. El país lo merece y, la realidad de nuestros niños, jóvenes y adultos no da espera.
Nuestros centros educativos, con educadores planificando cómo facilitar procesos de aprendizaje y acompañar a los estudiantes. Equipos directivos que mantienen activos los centros buscando condiciones, animando, orientando, implementando. Personal obrero que mantiene bonita, limpia y segura la escuela. Administrativos con las cuentas al día y los recursos administrados con honradez y transparencia.
Nuestros centros de aprendizajes de adultos están recibiendo a personas que han descubierto una nueva oportunidad para continuar sus estudios; con personal voluntario que les acompañan como tutores y disponen de material didáctico producido por nuestros educadores.
Nuestros Institutos Universitarios con jóvenes deseosos de triunfar y salir adelante. Con un equipo directivo y un staff de profesores que les acompañan, para descubrirse y formarse en una vocación desde la cual asumir una profesión para servir al país.
Nuestros Centros de Capacitación atendiendo a jóvenes y adultos que han encontrado un tesoro; viven una experiencia que los capacita para el trabajo, seguir adelante, sentirse útiles y emprender. Con facilitadores y coordinadores que hacen posible este milagro.
Nuestras emisoras de radio con personal de la comunicación reportando, informando, evangelizando, facilitando espacios para el debate nacional y local, entreteniendo.
Y finalmente, nuestras oficinas de coordinación, centro de investigación y oficina de proyectos, con personal que pone todo su saber y experiencia al servicio de los más de 110 mil estudiantes, familias y comunidades, para que sean sujetos responsables de sus vidas.
Un nuevo año escolar, una nueva oportunidad para seguir viviendo nuestro compromiso, desde lo que somos y sabemos hacer. Confiamos en Dios, Padre bueno, que nos ama y camina junto a nosotros; fortaleciendo nuestra Fe y multiplicando nuestra Alegría.
Que Dios nos bendiga en este nuevo año escolar.
José Gregorio Terán, SJ
Director General Fe y Alegría Venezuela