Fe y Alegría, a través de la iniciativa Con Dios en el Camino, llevó a cabo diversas actividades formativas, talleres, conversatorios, retiros espirituales, campañas y acompañamiento espiritual que tocaron a más de seis mil trabajadores a lo largo de este año 2023.
Esta es una experiencia que busca fortalecer la identidad, espiritualidad y compromiso de los participantes. Durante el año académico que finalizó, unas 6.700 personas participaron en los espacios formativos que se llevaron a cabo de modo presencial en todos los programas.
Yralis Pinto aseguró que la espiritualidad es una de las riquezas y frutos conseguidos este año. “Sin espiritualidad no se puede comprender la historia de Fe y Alegría, ni se podrá comprender tampoco su futuro”, expresó.
Ante un presente especialmente dramático como el que vivimos, sólo mujeres y hombres que se dejan mover por el Espíritu de Dios son capaces de resistir y responder con tanta entrega, compromiso y creatividad fiel.
Cada año, Con Dios en el Camino va consolidándose más. En el 2023, el énfasis estuvo centrado en profundizar el conocimiento de la espiritualidad de Jesús, su encarnación, su mensaje, su profetismo liberador y su modo de obrar, para que, conociéndole más, más lo amemos, sigamos y sirvamos.
Durante el año, desarrollamos los temas relacionados con la espiritualidad de Jesús, ofreciendo en primer lugar la formación a 350 facilitadores de todos los programas para que luego ellos los desarrollaran en los centros educativos.
Realizamos tres conversatorios vía zoom para 240 facilitadores para fortalecer la espiritualidad y formación.
Finalizamos el año con 9 tandas de Ejercicios Espirituales, dirigidos a facilitadores que llevan la iniciativa Con Dios en el Camino en la que participaron 220 personas. Junto a 9 jesuitas de la provincia, se realizó la producción de materiales, acompañamiento y motivación del equipo en esta experiencia.
Los talleres, conversatorios, ejercicios espirituales y otras actividades desarrolladas a partir de la propuesta de Con Dios en el Camino va dejando huellas importantes en todos los que integran el movimiento en Venezuela, pues han facilitado un mayor acercamiento a Jesús su vida y su mensaje y su reflejo en la vida cotidiana.
Las personas que participan, reconocen que con la formación aprenden a orar personal y comunitariamente. Nos expresamos, escuchamos, dialogamos, tanto de realidades personales que atravesamos y de las que vivimos como centros educativos.
Para llevar adelante la propuesta de formación, se consolidó una comisión de Pastoral en la que se van incorporando docentes y otros miembros del personal para apoyar en la organización de los encuentros.
“Nos sentimos más unidos, ha crecido la fraternidad. Los encuentros para cada tema nos dejan alegría, entusiasmo, paz, fortaleza colectiva, nos renovamos para continuar”, aseguran los participantes de esta propuesta que arropa y fortalece a todos los programas de Fe y Alegría Venezuela.
Damos gracias a Dios por todo lo que se va viviendo desde esta iniciativa y le pedimos que siga iluminando el camino que recorremos con él.