El amor es la fuerza que impulsa a un voluntario

Germán Osorio | Referente de Comunicación de Fe y Alegría Capacitación

17 jóvenes del centro de capacitación Cristo Rey de Maracaibo demostrando un gran compromiso social, dedican su tiempo y talento a colaborar con familias de bajos recursos. Como parte de su formación, estos jóvenes voluntarios ofrecen un servicio gratuito de mantenimiento de aires acondicionados, incluyendo limpieza, verificación de funcionamiento y reparación de fugas.

A través de esta iniciativa, no solo adquieren conocimientos técnicos, sino que también contribuyen solidariamente a construir una educación inclusiva y transformadora en Fe y Alegría.

Ali Hernández, Josué Oquendo, Ángel Dulcey, Wilfredo Rojas, Alfredo Parra, Elio Piña, Willians Añez, Ángel Fioravanti, Reinier Vilchez, Alejandro Briñez, Juan Briñez, Alfonso Jimenes, Heraclio Rangel, Yobany Chacón, Alexander Gutiérrez, Jesús Montiel y Roberto Pérez son los protagonistas de estas iniciativas de cooperación.

¿Por qué ayudan a las familias?

Para los voluntarios el amor es la fuerza que impulsa a un voluntario a actuar, y para ellos Fe y Alegría les inspira a seguir el ejemplo de solidaridad. En ese sentido, no solo ofrecen competencias técnicas, sino también el corazón. Para ellos, ver la sonrisa de la doñita al sentir que su aparato de aire funciona no tiene precio.

Los voluntarios en este oficio encuentran satisfacción personal, crecimiento espiritual y un sentido de propósito al usar sus talentos para mejorar la vida de otros sin esperar un pago, o reconocimiento por esta labor.

Esta experiencia inspira a repensar la noción tradicional del voluntariado. Demuestra que el servicio desinteresado puede adoptar formas diversas y que, incluso en actividades cotidianas como el mantenimiento de aires acondicionados, podemos encontrar oportunidades para transformar vidas y comunidades.

El Centro de Capacitación Cristo Rey y sus voluntarios del curso de refrigeración doméstica y comercial nos recuerdan que el verdadero valor del voluntariado radica en la conexión humana, la compasión y la creencia de que juntos podemos hacer una diferencia significativa en el mundo.