Javier Barrios | Equipo de Comunicaciones de Fe y Alegría Venezuela

En Fe y Alegría Venezuela, impulsamos con entusiasmo la Gestión Basada en Resultados (GBR) para ofrecer un servicio educativo de calidad que promueva la inclusión, el cambio social y la construcción de ciudadanía. Este compromiso con la mejora continua de nuestros procesos busca «hacer el bien y hacerlo bien».

Nuestra misión es brindar una educación contextual de calidad. Para lograrlo, implementamos un enfoque metodológico orientado a impulsar el pensamiento estratégico en todos los niveles de la organización. Esto incluye:

– La vinculación de la planificación estratégica basada en resultados

-La optimización de los procesos de toma de decisiones

-La mejora del desempeño institucional

Yelitza Guillén, coordinadora nacional de planificación de la Dirección General, nos explica que, en un ejercicio constante dentro de la organización, se han diseñado y establecido objetivos, mapas estratégicos, metas, indicadores y mecanismos para evaluar nuestro impacto. Además, llevamos a cabo un análisis de los efectos y mantenemos una revisión de los avances, así como procesos de monitoreo y evaluación.

La profesora Guillén destacó que el primer Plan Estratégico (2020-2023) basado en resultados marcó el inicio de una experiencia de gestión con un enfoque ágil, flexible y dinámico, que promovió un proceso humanizador y ético, generando un valioso aprendizaje y conocimientos en el camino.

Una ruta definida

La Gestión Basada en Resultados ha sido una práctica esencial que, a través de mapas estratégicos bien definidos, nos ha permitido establecer objetivos concretos que impacten positivamente en nuestros beneficiarios: estudiantes participantes y oyentes. Esto se traduce en procesos de inclusión y cobertura nacional, y una formación contextualizada y de calidad.

Para Guillén, los desafíos actuales de Fe y Alegría se centran en:

– Educación contextualizada de calidad.

– Sostenibilidad del movimiento (a través de un sistema de gestión integral y humanista).

– Mejora de la recaudación financiera.

– Sostenibilidad emocional del personal.

– Promoción de la espiritualidad.

– Mayor incidencia.

Los mapas estratégicos han representado un enfoque innovador en la planificación, superando la tradicional cadena de resultados. Esta nueva metodología se caracteriza por su flexibilidad y capacidad de adaptación al cambio, lo que la hace más efectiva en entornos dinámicos.

“Un mapa estratégico se compone de diversos proyectos, cada uno con un objetivo y una finalidad específicos. Esta estructura nos ha permitido definir y clarificar nuestro impacto, centrándonos en la creación de valor y en el alineamiento estratégico. Además, nos ayuda a enfocarnos en nuestra visión y misión como Movimiento”, señaló Yelitza Guillén.

El Plan Estratégico continuará siendo nuestra brújula en Fe y Alegría, actuando como un faro que guía nuestros esfuerzos por mejorar la calidad educativa y comunicacional. Con un enfoque en la innovación, seguimos soñando, diseñando y construyendo el futuro que anhelamos, respondiendo así a los rápidos cambios que presenta la sociedad del conocimiento. Esto incluye la necesidad de fomentar la ciudadanía y adaptarnos a los retos tecnológicos de estos tiempos.