El Movimiento Fe y Alegría Venezuela teniendo como guía la Preferencia Apostólica Universal de caminar con los pobres y los vulnerables, sigue presente en zonas de pobreza extrema, deprimidas económicamente y tradicionalmente marginadas del país.

El programa Escuelas, en medio de la crisis compleja y la pandemia, no ha descansado. Lleva una educación pública y de calidad a los sectores más necesitados en 19 estados del país a través de una red de 177 centros educativos, en los cuales se atienden a más de 106.000 estudiantes.

Esta Red de escuelas desarrolla Educación Preescolar, Básica y Media Técnica, con mayor énfasis en especialidades agropecuarias, comerciales, industriales entre otras de orientación profesional, en zonas urbanas, suburbanas, rurales e indígenas.

Fe y Alegría efectuó un retorno seguro a las escuelas el pasado 25 de octubre de 2021, creando condiciones necesarias de bioseguridad “para proteger tanto los estudiantes como los docentes, y que las familias sientan esa seguridad de mandar a sus hijos a la escuela”.

Recordamos que desde que se inició la pandemia Fe y Alegría se ha reinventado organizando una oferta de educación a distancia a través de la radio, clases semipresenciales y en formación permanente a docentes que hacen acompañamiento virtual.

Hoy en el regreso a la educación presencial se ha estado formando a los y las docentes en temas como “protocolos de regreso seguro a la escuela”, tratando especialmente el comportamiento que se debe respetar en las aulas.

La directora del Programa Escuelas, Noelbis Aguilar, manifestó que otro elemento que se aborda es la capacitación, la formación y actualización del personal para saber cómo gestionar el proceso educativo en esta modalidad semipresencial.

El Padre Manuel Aristorena S.J., director nacional de Fe y Alegría en Venezuela, dijo: “Debemos recordar que Fe y Alegría nació en las periferias, donde no llegaba el asfalto y ahí, junto a las comunidades, fue construyendo sus escuelas para servir a los más necesitados. Hoy nuevamente, como en los inicios, tenemos el reto de levantar la educación de los sectores excluidos. Para ello necesitamos de la participación activa, comprometida y responsable de todos y cada uno de ustedes”.

El P. Aristorena S.J., insistió en que Fe y Alegría siempre debe invitar a la esperanza, propiciar ambientes donde los niños, niñas y adolescentes sean queridos y en los que puedan fortalecer sus capacidades y competencias.

La profesora Aguilar comentó: “Fe y Alegría no solo nació de la pobreza, sino que siempre ha estado al lado de los pobres. En nuestra propuesta educativa trabajamos la formación cristiana, en valores y en ciudadanía de tal manera que estudiantes y participantes se sensibilicen con su entorno para que puedan construir soluciones a los problemas del contexto”.

En nuestros centros los alumnos, los profesores, y así como los integrantes de la comunidad educativa son animados a crear una solidaridad en estos tiempos tan difíciles. La solidaridad, el trabajo comunitario y en equipo ha potenciado nuestras posibilidades para responder a los nuevos desafíos.

Fe y Alegría inició sus actividades para responder a los más pobres en 1955, en el barrio 23 de enero de Caracas. El P. José María Vélaz, S.J. junto con estudiantes de la UCAB, no se quedaron de brazos cruzados y con un compromiso cristiano emprendieron el proyecto educativo. Gracias al apoyo de Abraham Reyes y Patricia Reyes, vecinos humildes quienes pusieron a disposición su casa, así nació la primera escuela de Fe y Alegría.

Nota informativa escrita por el periodista Javier Barrios.