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Hermana María Jesús Acordagoitia: Un legado de amor y servicio

Yaritza Manríquez | Directora de Zona Guayana

La Hna. María Jesús Acordagoitia, llega al Colegio Caroní Fe y Alegría ubicada en la comunidad UD-146 en San Félix un 10 de enero del año 1982, para asumir el cargo de directora que dejaba la hermana Julia Álvarez, para el año escolar 1981-1982. La Hna. María de Jesús fue una mujer con un gran corazón, dispuesta a ayudar a todo aquel que la necesitaba. Una de sus frases más importantes y a la que le hacía honor fue ¡Todo por amor nada por la fuerza! Poseía un gran carisma que como Vedruna las caracteriza a todas, pero que a ella se le hacía muy fácil difundir y enaltecer.

 

En el año 1998 llega al barrio Las Amazonas en Puerto Ordaz se puede resaltar como de gran bendición, ya que desde su carisma congregacional y viendo las muchas necesidades del sector reunió y organizó a la comunidad para entre todos hacer frente a las muchas problemáticas existentes.

 

La hermana María Jesús le dio mayor relevancia a la atención de la emergencia educativa. Soñó e hizo realidad el 19 de febrero del año 2000, la Escuela Santa Joaquina Fe y Alegría, siendo la misma hermana María Jesús su primera directora.

 

Poco después funda el club de los abuelos, un lugar destinado a brindar ayuda de alimentación, salud, vestido y recreación a muchos ancianos que carecían de atención de sus necesidades básicas. También fue fundadora de un comedor junto con un matrimonio que pertenecía a la parroquia sagrada familia «Me diste de comer» para favorecer a muchas personas que necesitaban un plato de comida frente a su grave realidad de vulnerabilidad. Fue una luchadora incansable por construir en la comunidad un lugar digno para dar culto a Dios, fundando la parroquia Jesús de la Divina Misericordia.

 

También fue fundadora y animadora de las comunidades eclesiales de base junto al padre Clive Mendoza, S.J, que funcionaban como grupos de oración, fe y vida animando el crecimiento humano y espiritual de los habitantes de la comunidad. De igual manera era, junto a sus hermanas de congregación animadora para garantizar tanto la educación de los niños que asistían a la escuela como los que participaban en los “Espacios Educativos Alternativos” que eran aulas de clases que funcionaban en casas del sector. Era la persona que organizaba la dinámica de la vivencia de la fe desde las acciones de la parroquia local como: catequesis, grupos juveniles, coro de la iglesia entre otros enmarcados en los tiempos litúrgicos.

 

Trabajó incansablemente para dar a los vecinos de las dos comunidades de Ciudad Guayana donde vivió una mejor calidad de vida, siempre dispuesta a colaborar y a ofrecer una palabra de aliento y consuelo con una sonrisa genuina y hermosa, pero también buscó ayuda ante organismos para sostener la labor social. Fue una gran y valiosa persona, con una gran vitalidad, entusiasta, alegre, carismática, emprendedora, luchadora, audaz, sensible, cercana y sobre todo muy humana. Tenía la capacidad de llegar con gran profundidad a todo aquel a quien ella le solicitaba su colaboración y que con mucho gusto les daban su apoyo al ver su amor por el prójimo.

 

En su estancia en los colegios de Fe y Alegría enseñó y sobre todo demostró el sentido fraterno del amor, la amistad, la hermandad y el sentido de pertenencia. Sembrando en el corazón de cada uno de los que compartieron con ella personal docente, administrativo, obrero, alumnos, representantes y toda la comunidad, la semilla de la esperanza y del amor que siempre llevaremos en el corazón.

 

Descansa en Paz querida hermana, descansa en paz querida María Jesús. Siempre estarás en nuestros corazones.

Caracas, 23 de julio de 2024

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