Más allá del asfalto: llevamos educación en el municipio Uribante 

Shirley Gómez

Referente de Comunicación de Fe y Alegría Educomunicación

La dirección de EduComunicación en la región Andes – Fronteras proyecta matricular a 50 participantes para el periodo académico septiembre-febrero de 2025. Juxi Santos, directora del programa en dicha región, nos contó que este proyecto comenzó hace tres semestres atendiendo a solo 2 personas, luego a 14 y actualmente a 22 en el municipio Uribante del estado Táchira.

Santos indicó que, aunque ha sido un proceso lento, ha tenido resultados muy positivos: «Muchos habitantes de las aldeas Río Negro, Santa Martha, Potosí, Mesones, Laguna García y Tenegan, desean aprender y agradecen que Fe y Alegría los esté acompañando, ya que no hay escuelas y el nivel educativo es casi nulo en esta zona. Por eso, nuestra atención se enfoca desde la alfabetización».

Los participantes inscritos provienen de aldeas montañosas muy alejadas, a las que se llega después de un viaje de seis horas: cuatro en mula y dos en moto hasta la comunidad de Pregonero, donde se ubica nuestro Espacio Presencial de Aprendizaje (EPA).

Profesores y estudiantes compartieron la experiencia de la atención que se está brindando desde EduComunicación

Considerando las dificultades de acceso y la limitada movilidad en la zona, los horarios de atención son flexibles y personalizados, adaptándose a las necesidades de cada comunidad. Santos afirmó que la docente voluntaria, Darbelis García, está siempre disponible para atender a los participantes.

«Durante todo este tiempo, hemos atendido a estos jóvenes y adultos en la casa parroquial. Buscamos que más personas se unan como voluntarias, para que luego quienes se están formando puedan convertirse en multiplicadores de conocimiento en sus aldeas», agregó Santos.

¿En qué contexto se desenvuelven nuestros participantes?

Los habitantes del municipio Uribante enfrentan condiciones de vida muy desafiantes. A pesar de la existencia del Complejo Hidroeléctrico Uribante Caparo, no cuentan con suministro eléctrico. Esta situación ha obligado a las comunidades a adaptarse y buscar alternativas para generar ingresos. Actualmente, la principal actividad económica es la comercialización de productos agropecuarios.

“Cada 15 días van a una feria en el caserío de Santa Marta donde los productores llevan su queso ahumado a caballo o mula. Lo hacen así porque no tienen como refrigerarlo y allí intercambian con el método del trueque las medicinas, alimentos, ropa, calzado, dulces, todo con ese queso que realizan; no hay ningún cono monetario, no usan billetes solo el intercambio de bienes”, detalló Santos.

En cuanto a las comunicaciones, las comunidades cuentan con un comunicador portátil que les permite conectarse en horarios específicos para recibir información.

Este aislamiento limita el acceso de los habitantes a la educación en todas sus etapas. Por esta razón, el equipo de EduComunicación en Táchira ha asumido el desafío de llevar la educación a estas comunidades, iniciando con visitas diagnósticas, planificación de actividades formativas, motivacionales y espirituales, y estableciendo una comunicación cercana con los pobladores.

Como dijo nuestro fundador, el P. José María Vélaz, Fe y Alegría va más allá de donde termina el asfalto. Y es precisamente ese trabajo el que realiza el equipo de EduComunicación en el estado Táchira, brindando educación y oportunidades a comunidades alejadas y con pocas posibilidades.

Caracas, 4 de septiembre de 2024