El 30 de mayo es el Día de las Patricias, ocasión para rendir homenaje, reconocimiento y agradecimiento a las mujeres que han sido ejemplo de generosidad, amor y fraternidad en el proceso de apoyar la labor que se viene desarrollando en Fe y Alegría, tal como lo hizo en vida María Patricia García de Reyes, mujer sencilla que, junto con su esposo Abraham Reyes, donaron la mitad de su casa para el nacimiento de la primera escuela de Fe y Alegría.
En Venezuela, podemos asegurar que hoy siguen habiendo muchas Patricias en Fe y Alegría: maestras que perseveran a pesar de tantas dificultades, madres que cooperan con las escuelas, madres que se vuelven comadres, como Patricia, y convierten en ahijados a tanto niño y niña cuyos padres se han ido a trabajar a otros países-ante la falta de horizontes en el nuestro.
Conozcamos sus historias:
María Gabriela vive en Catia, Municipio Libertador, Caracas. Era ama de casa y se ayudaba con tareas dirigidas. En el 2015, la escuela Virgen Niña, de Fe y Alegría, en donde estudian sus hijos, le invitó a hacer el curso de Madres Promotora de Paz. Ella se anotó y el programa le cambió la vida. Recuerda que cuando hicieron la evaluación de los 3 niveles del curso, ella comentó que los niños que iban a sus tareas dirigidas, le hicieron notar que ahora tenía mejor humor, que no gritaba ni regañaba. ¡Era evidente! Ahora promovía la convivencia pacífica y administraba mucho mejor sus emociones.