En 1955, en lo que hoy conocemos como el 23 de enero, la primera escuela de Fe y Alegría abrió sus puertas en una pequeña casita donada por Abrahán Reyes y Patricia. Sin embargo, el Padre José María soñaba con un movimiento educativo más amplio, destinado a satisfacer las necesidades de las multitudes más desfavorecidas. Gracias a un generoso donativo de seis mil bolívares de un empresario altruista, se fundó la segunda escuela de Fe y Alegría, María Rosa Molas, en Ciudad Tablitas, que actualmente forma parte de la Urbanización Simón Bolívar en Catia, Caracas.
Para 1963, ya se contaba con diez colegios en Caracas, y las escuelas se habían expandido a otras ciudades, estableciéndose en Maracaibo, Maracay, Valencia, Puerto La Cruz, Cumaná, Maturín, Puerto Cabello, Barquisimeto, Lagunillas, Carora, Punto Fijo y Puerto Ordaz.
La generosidad de la sociedad fue fundamental para que Fe y Alegría pudiera crecer. En esos tiempos, el Ministerio de Educación no brindaba apoyo alguno, por lo que los recursos para la construcción, dotación y pago de maestros debían conseguirse a través de donaciones. Gracias a este esfuerzo colectivo, hoy Fe y Alegría cuenta con 178 escuelas en Venezuela y presencia en 22 países alrededor del mundo.
Uno de los logros más significativos de Fe y Alegría ha sido la unión de diversas Congregaciones Religiosas con los barrios, así como la colaboración de vecinos, empresarios, comerciantes y voluntarios. Con Fe y Alegría, un número creciente de hermanas religiosas y voluntarios comenzó a compartir la vida de las comunidades empobrecidas, participando en su realidad y convirtiéndose en verdaderos hermanos para ellos.
Fe y Alegría María Rosa Molas es una escuela ubicada en la Urbanización Simón Bolívar (antigua Ciudad Tablitas) en Catia, que atiende una población de 219 estudiantes en los niveles de preescolar y primaria.
Caracas, 24 de septiembre de 2024
Mi hermanita, mi hijo y una de mis sobrinas nietas son egresadas de ese colegio, así como dos sobrinas más pasaron por sus aulas. Tradición familiar.
Actualmente mi hermana es docente de preescolar y mi hijo técnico medio mención química industrial, ejerciendo actualmente en su especialidad.
Quien a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija.